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Dexia y las mentiras de las pruebas de estrés: hace un año la promoción con la máxima puntuación

El rescate del instituto franco-belga confirma la falta de credibilidad de los procedimientos de evaluación, que no preveían la hipótesis de un impago en la zona del euro - Ahora Francia tendrá que asumir una parte de más del 35 % de la carga del Banco y los mercados ya apuntan a la calificación de la deuda del país, pero S&P confirma la evaluación

Dexia y las mentiras de las pruebas de estrés: hace un año la promoción con la máxima puntuación

El verano pasado Dexia estuvo entre los bancos que pasaron con gran éxito las pruebas de estrés de la Asociación Bancaria Europea: el peor de los casos simulado por los examinadores indicó una caída en el índice Core Tier 1 del 12,1% al 10,4%. Así, muy por encima del límite de rechazo del 5%, por debajo del cual cayeron ocho bancos, y del 6% por debajo del cual cayeron otros dieciséis bancos. Por el contrario, sólo ocho bancos tenían, en el peor de los casos, un resultado Core Tier 1 superior al de Dexia, un 9% del total.

El rescate in extremis del instituto franco-belga confirma dramáticamente, por tanto, la falta de credibilidad de las pruebas de resistencia que no contemplaban la hipótesis de un default en la eurozona. Bélgica pagará cuatro mil millones de euros por la sucursal belga del instituto y otorgará garantías por el 60% de los activos en riesgo destinados a fluir hacia un "banco malo" y estimado en 90 mil millones de euros. La segunda consideración, no menos inquietante, se refiere a la resistencia de Francia a asumir más del 35 % de la carga de Dexia.

Es la confirmación de la principal preocupación de París: evitar que los rescates de los bancos a costa del Estado acaben con la poner en peligro la triple A que disfruta Francia. Un revés que está a la vuelta de la esquina pero que Nicolas Sarkozy trata de evitar por todos los medios, también por el impacto político en la opinión pública. Por el momento, sin embargo, las nubes parecen estar retrocediendo: Stndard & Poor's confirmó hoy su máxima calificación en París.

Mientras tanto, esta mañana tanto Société Générale como Bnp Paribas desmintieron un informe publicado por el Journal de Dimanche en el que se estima que se necesitarán 14,8 millones de dinero público para recapitalizar las dos instituciones: según JDD, Bnp Paribas necesita 9,4 millones frente a 5,4 mil millones para Socgen.

Esta mañana, mientras tanto, el Frankfurter Allgemeine Zeitung calcula que, según los cálculos realizados al margen de la reunión franco-alemana, parece que las cinco primeras empresas francesas necesitan una inyección de capital de unos 20 millones de euros. Deutsche Bank también, según Faz, tendrá que ser ayudado por el estado. Estos números sirven para explicar el dilema que separa a París de Berlín. Angela Merkel y el ministro de Finanzas, Wolfgang Shaueble, insisten en un esquema que prevé para los bancos: a) rescate por parte de los estados nacionales; b) alternativamente la intervención del fondo europeo EFSF; c) la intervención conjunta de la UE y el FMI en caso de nuevas necesidades. Para Francia, en cambio, la dirección y las responsabilidades financieras deben confiarse inmediatamente a la UE y al BCE. En juego, como siempre, está la necesidad de introducir un escudo para defender la calificación del país.

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