Grandes pérdidas para Deutsche Bank, que en el cuarto trimestre de 2012 realizó un rojo antes de impuestos de 2,6 millones de euros, a raíz de los costes de reestructuración incurridos por la institución. El principal banco alemán anunció que el buen resultado operativo se vio ensombrecido por saneamientos de 1,9 millones de euros en concepto de amortizaciones y depreciaciones, necesarios para la creación de la nueva estructura divisional y el desnatado de activos en sectores no estratégicos.
El banco, investigado por el caso Libor, también anunció costes legales de 1 millones de euros en el cuarto trimestre. "Nos hemos embarcado en un camino de cambio deliberado pero a veces difícil para garantizar el éxito sostenible y a largo plazo del banco", dijeron los codirectores ejecutivos Juergen Fitschen y Anshu Jain. “Este viaje tomará años, no meses”.
La división de banca corporativa y valores, tradicionalmente el área más fuerte del grupo alemán, registró una pérdida antes de impuestos de 548 millones de euros. La pérdida neta de todo el banco ascendió a 2,2 millones de dólares en el cuarto trimestre.
