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Conte, Salvini y Berlusconi son los asesinos de Draghi y sobre todo de una Italia que quería renacer

Quien firmó el fin del gobierno de Draghi hizo sonreír a Putin pero hizo un daño incalculable a Italia y a su reputación internacional, que esperamos que los votantes recuerden en la próxima votación.

Conte, Salvini y Berlusconi son los asesinos de Draghi y sobre todo de una Italia que quería renacer

Giuseppe Conte del Movimiento Cinco Estrellas, Matteo Salvini de la Lega y Silvio Berlusconi de Forza Italia al negar la confianza en el Senado en Mario Draghi firman el regicidio del mejor primer ministro italiano de las últimas décadas, envían al gobierno a casa y allanan el camino para una pronta elecciones politicas Este es el alucinante resultado del Miércoles Negro de Palazzo Madama que marcó el de profundis del gobierno de Draghi y sin duda le devolvió una sonrisa a Vladimir Putin, el único verdadero ganador de la autodisolución italiana.

Conte, Salvini y Berlusconi: los verdaderos motivos de la lucha contra Draghi

Pero, ¿cómo explicar el apocalipsis del Senado? En los próximos días alguien dirá que Mario Draghi estaba harto de las rencillas mezquinas del Cinco Estrellas y la Liga y buscaba una salida para dimitir, que sus intervenciones en el Senado podían ser más suaves, que no hacía falta suscitar movilizaciones civiles a favor de su permanencia en El Palazzo Chigi y esa adhesión a la resolución de Casini, que fue la más neutral imaginable, le sonó de mala educación al gobierno de centroderecha. Todas las tonterías.

En realidad Draghi hizo un discurso de gran dignidad en el Palazzo Madama hablando a Italia el lenguaje de la verdad sin importarle las mezquindades políticas y sin buscar compromisos mediocres para defender un escaño que no había buscado pero siempre respetando el Parlamento.

Pero es precisamente el lenguaje de la verdad y la voluntad de cambiar por fin el país con reformas, que no solo nos pide Europa sino que deberíamos haber hecho durante años, lo que resulta indigerible para esas fuerzas políticas que venderían hasta a su madre por unos cuantos votos más y que han demostrado, una vez más, que no prestan la más mínima atención a los intereses generales del país. ¿De qué sirve la intención de enviar de inmediato a casa a un gobierno que honraba a Italia de una manera que no sucedía en años y que habría terminado su carrera dentro de unos meses en la expiración natural de la legislatura? Ciertamente no tiene sentido haber buscado lo mejor para Italia porque enviar a casa al italiano más autoritario del mundo es solo un trágico gol en propia puerta, que nos hace perder dinero (los de la Pnrr) y sobre todo la reputación internacional de nuestro país, que ha vuelto con Draghi al protagonista en Europa y más allá, especialmente en la temporada dramática de la guerra de Rusia contra Ucrania.

Conte, Salvini y Berlusconi: cuánto daño a Italia al darle la espalda a Draghi

No podemos joder todas las cosas buenas que ha hecho el gobierno de Draghi para oponerse a la planta de conversión de residuos en energía en Roma, para defender no solo los derechos sino también las huelgas contra la ciudadanía de los taxistas, para cerrar los ojos ante las incoherencias de la Renta de la ciudadanía y el fraude nacen a la sombra del Superbonus. Pero, ¿qué se puede esperar de un estafador como Giuseppe? historia, en el que sólo ha creído durante tanto tiempo la miopía del Partido Demócrata, pero que siempre ha antepuesto sus intereses personales y partidistas a los del país? Y que hay con Salvini ¿Quién no pudo resistir la tentación de repetir la farsa de Papeete en el Senado? Como para Berlusconi hay que tener respeto por la edad, pero ya se entendió de la entrevista con Corriere della Sera de los fieles Confalonieri que el líder de Forza Italia olía el olor a sangre y no habría usado medias tintas para socavar a Draghi y perseguir la vanidad de un vuelta al escenario y una posible redención electoral.

Los daños que trae al país la liquidación del gobierno de Draghi son inmensos, pero enormes son también los que pesan y pesarán sobre la causa de la paz. La Italia de Draghi fue el país occidental más consistentemente comprometido con el apoyo a Ucrania y la creación de las bases para una futura negociación de paz en la que la fuerza bruta de Rusia no prevaleciera. Si Putin sonríe ahora, aquellos que lograron enviar a Draghi a casa deberían mirarse al espejo y preguntarse por qué.

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