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Consumo, la revolución silenciosa de los treintañeros

ENCUESTA FINDOMESTIC-IPSOS - Ir a vivir solo no es más caro que hace 30 años, pero hoy los jóvenes italianos han cambiado sus prioridades para adaptarse a una vida más precaria - El rubro que más afecta los presupuestos de los treintañeros es transporte, mientras que en 30 fue la hipoteca – Boom del low cost, el e-commerce, la economía colaborativa y las compras en la nube.

Consumo, la revolución silenciosa de los treintañeros

¿Cuánto cuesta salir de la casa de mamá y papá? Según los jóvenes italianos, para ir a vivir solo de forma digna se necesitan al menos 1.500 euros al mes. No es poca cosa, teniendo en cuenta que, según la última encuesta de Istat, el salario medio de los italianos asciende a 1.327 euros. Y, sin embargo, el precio de la independencia de los padres no ha aumentado en comparación con hace 30 años: en 1984 los jóvenes pensaban que necesitaban al menos 690 liras al mes, lo que, en la debida proporción, equivale a los 1.500 euros de hoy. Así se desprende de una encuesta de Findomestic Banca que, con motivo de su 30 cumpleaños, analizó y comparó con la colaboración de Ipsos el comportamiento de compra y los valores de los treintañeros de hoy y los de hace treinta años.

Pero si los ingresos necesarios para salir de casa no han aumentado, ¿por qué uno de cada cuatro treintañeros todavía vive hoy con su familia? ¿Qué ha cambiado desde principios de los ochenta? “Estos son dos universos distantes y distintos – se lee en la investigación presentada hoy en Roma -. Nacidos y criados en una realidad en expansión, los sexagenarios de hoy aspiraban a convertirse en alguien a través de caminos de vida estables y etapas planificadas. Los jóvenes de hoy, en cambio, viven en una condición de constante cambio, sin posibilidad y sin perspectivas de desarrollo, respiran escepticismo, se ven obligados a continuos fenómenos de adaptación”.

Además, la ayuda de los padres sigue siendo crucial para sus hijos incluso cuando ya no viven bajo el mismo techo. Ya sea pagando una multa, una factura, una cuota o una simple factura de supermercado, a final de mes los jóvenes afirman haber recibido una media de 280 euros al mes de sus familias. Una percepción muy diferente a la de los padres, que en cambio afirman gastar al menos 380-400 euros al mes de esta forma.  

En términos de consumo, el rubro que más impacto tiene en los presupuestos de los jóvenes de hoy es el transporte (hace treinta años era la hipoteca), seguido de los gastos de la casa y los del móvil, recargas telefónicas e internet . En cuanto a las prioridades, hasta el 70% de las personas de 30 años de hoy ponen la estabilidad laboral en primer lugar, la familia en segundo lugar y la salud en tercero. La casa en propiedad, que a menudo no se considera un destino alcanzable, se desliza del podio. Los treintañeros de los años 30, en cambio, ponían a la familia a la cabeza, seguida del trabajo y el hogar. 

Finalmente, la precariedad de la vida actual también se refleja en las formas de consumo: “Los jóvenes de hoy buscan compras fáciles de realizar, ligeras de mantener y sencillas de devolver -concluye Astrofinance- con fórmulas como low cost, e- comercio, la economía colaborativa y las compras en la nube”.

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