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Comercio exterior: luces y sombras

En los primeros 7 meses del año, como se desprende de los datos de Istat, las exportaciones se mantienen, pero el déficit de la balanza comercial se amplía, íntegramente por la factura energética

Luces y sombras sobre nuestro comercio exterior se desprenden de los datos publicados el pasado viernes por Istat.

En los primeros siete meses de 2011, en comparación con el mismo periodo de 2010, el crecimiento se situó en un 16,4% en compras y un 14% en ventas, con variaciones más consistentes para los mercados extracomunitarios: +22,2% en importaciones y +16,7% en exportaciones . En julio, el superávit comercial ascendió a 1,4 millones de euros (1,6 millones en julio de 2010). En los siete primeros meses del año, el déficit se situó en 20,7 millones de euros, valor muy superior al de 2010 (-13,8 millones). En el mismo período, el saldo no energético fue positivo (+16,9 millones) y superior al de 2010. El crecimiento de las exportaciones en julio estuvo impulsado por las ventas de metales básicos y productos metálicos a Alemania y Suiza, y de maquinaria y equipo a los Estados Unidos y Alemania. El aumento de las importaciones está determinado principalmente por la compra de petróleo y gas a Rusia, productos refinados del petróleo a Estados Unidos y Rusia y metales a Turquía.

¿Qué indican estos datos, y todos los demás informados en el documento Istat que adjuntamos a continuación? Nuestra industria da señales de resistencia, y así lo demuestra el aumento de las exportaciones, que ya se acercan al récord de 2008, tras un período de fuerte caída en 2009 y lenta recuperación en 2010. El líder de la recuperación es Alemania, que se confirma como el primer comprador de nuestros productos: esto no sólo y no tanto para el mercado interno, sino también porque nuestras exportaciones a menudo representan la subcontratación a las industrias alemanas en sus contratos de venta en el extranjero. Sin embargo, el déficit global de nuestra balanza de pagos se mantiene, es más, empeora, superando los 20 millones de euros en siete meses, todo ello por el saldo de la factura energética, que para nosotros es constantemente negativo.

Por tanto, en Alemania vendemos en euros, pero esto no significa que nuestras exportaciones disminuyan (en julio el tipo de cambio medio EUR/USD fue de 1,4263). La vieja teoría de que el tipo de cambio débil favorece las exportaciones hace ya muchos años que no funciona, y así lo demuestra el hecho de que tanto nuestras exportaciones como las alemanas siempre han aumentado en periodos de euro fuerte, y que no ha ocurrido lo contrario (en 2009 la El tipo de cambio del euro ha sido a menudo más bajo que en 2008 o los niveles actuales, pero ha habido una disminución en las exportaciones). También desde este punto de vista, la moneda común ha demostrado ser nuestra aliada y no nuestra enemiga.

El gran agujero negro debido al balance de energía permanece. La inexistencia de una política energética nacional, desde hace al menos veinte años, nos ha entregado en manos de países muchas veces arriesgados, a veces poco fiables, que en todo caso llevan la delantera a la hora de concertar contratos de suministro de hidrocarburos. Esto es lo que no nos cansamos de repetir durante años: la energía y el apoyo a las exportaciones son los dos aspectos fundamentales de nuestra política de comercio exterior, y de cualquier esperanza de recuperación. Basta con leer estos números para darse cuenta.

 

18.09.2011

www.gpgarioni.it


Anexos: Istat_Commercio_estero__-_16_set_2011_-_Testo_integrale.pdf

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