En julio, la inflación de China se desplomó a un mínimo de 30 meses, lo que le dio al banco central más espacio para impulsar medidas de estímulo para insuflar nueva vida a la economía. El nivel de precios aumentó un 1,8% con respecto a julio de 2011. Menos del +2,2% registrado en junio y del +3% de mayo. En los primeros siete meses del año, la inflación de China subió un 3,1% interanual. Según el Fondo Monetario Internacional, la caída de la inflación debería mantenerse entre el 3 y el 3,5 % este año y descender entre el 2,5 y el 3 % en 2013.
China creció a su nivel más bajo en tres años en el segundo trimestre, por ello ha tratado de aumentar el consumo interno y compensar la débil demanda de sus exportaciones en el exterior. Entre abril y junio, el PIB chino creció un 7,6%, por debajo del +8,1% de los primeros tres meses de 2012. Mientras tanto, las señales negativas provienen de la industria, con una producción que en julio registró un aumento anual del 9,2%, por debajo de las estimaciones (+9,8%). Nuevamente, esta es la tasa de crecimiento más débil en más de tres años.
entonces hay teme que el dragón chino siga ralentizando su expansión en los próximos meses. Desde principios de junio, el Banco Central de China ha reducido dos veces los tipos de referencia, que llegaron al 6%, además de haber aumentado el valor de las reservas obligatorias de los bancos. Todas las señales de que los líderes chinos temen una economía más débil.