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CICLISMO – Vuelta en nombre de Contador

CICLISMO – Hoy llega la penúltima etapa de la Vuelta. Contador vuelve a estar en plena forma tras la descalificación por dopaje. Gracias también a Valverde y Rodríguez, la carrera es toda española y ha reducido al gran favorito, Christopher Froome

Un consejo para los amantes del ciclismo: sintoniza canales de televisión, como Eurosport, que retransmiten en directo la llegada de la penúltima etapa de la Vuelta el sábado por la tarde en la cima de la Bola du Mundo de 2.247 metros, una subida impresionante , con picos del 23% donde se disputará el último acto de la Vuelta más bonita que se recuerda, una carrera por etapas que ha eclipsado por su combatividad al soporífero Tour y Giro de este año. Mérito de los españoles, sobre todo de un Alberto Contador, que volvió tras la inhabilitación por dopaje con el deseo de un rey que quiere enseguida reconquistar el trono del que se sintió injustamente expulsado. Un Contador que en su vigésimo segundo ataque en esta Vuelta a Joaquim Rodríguez -que parecía imbatible con sus sprints explosivos ante las muchas llegadas cuesta arriba- en la 17ª etapa, la del miércoles, rompió el banco con una carrera legendaria que empezó cuesta abajo y continuó en una escalada de exaltación competitiva por las dos últimas cumbres de la sierra asturiana hasta la meta en Fuente Dé. Contador, que con su descalificación perdió efectivamente sus victorias en el Tour de 2010 y en el Giro de 2011, llevaba oficialmente 27 meses sin ganar una carrera, exactamente desde la etapa de Alpe d'Huez hasta el Dauphine Tour. Ahora, tras arrebatarle el maillot rojo de líder a Rodríguez, solo queda la Bola del Mundo antes de la última pasarela del domingo en Madrid para apartar a Contador de su segundo éxito en la Vuelta. Y en las terribles rachas que llevan a la penúltima meta, Alejandro Valverde, de vuelta al estado de forma de sus mejores días, segundo de la clasificación con 1'35”, podría intentar lo imposible, animado por esos 17 segundos ganados en la etapa ganada ayer. por Philippe Gilbert. Para Rodríguez, aunque grande y generoso, es una decepción más: tras perder el Giro, ganado por el canadiense Ryder Hesjedal, justo en los últimos 30 km de la contrarreloj de Milán, Purito vio cómo se le escapaba el maillot rojo tras llevarlo puesto durante un mucho tiempo, por el habitual fracaso que le ocurre en la última semana de una gran carrera por etapas. Incluso en la Vuelta de 2010 Rodríguez parecía ser el ganador seguro, pero en los últimos cuatro días fue superado por Vincenzo Nibali. Difícil pensar que pueda volcar la situación a su favor en la etapa de hoy.

Contador, Valverde y Rodríguez: una Vuelta española que reducía al gran favorito, ese Christopher Froome, que se había presentado en la salida de Pamplona con el halo del más fuerte tras lo que había mostrado en el Tour. Británico nacido en Kenia -siempre por detrás en las etapas más difíciles hasta que se coló en el cuarto puesto de la clasificación, muy lejos de Contador-, si la propiedad de la traducción se pudiera aplicar en el ciclismo, el desenlace de la Vuelta habría sido cuanto menos inquietante para Bradley. Wiggins también. En el Tour Wiggo -ausente de la Vuelta- triunfó pero en la montaña le costó sujetar la rueda de Froome nada más despegar su "gregario". En España Froome, capitán declarado de la escuadra Sky, siempre perdía las ruedas de Contador, Valverde y Rodríguez en cuanto se levantaba el camino. La lección española invita, pues, a ser cautos ante la proclamada superioridad británica, sancionada por el Tour y los Juegos Olímpicos, en un ciclismo en el que el caso Armstrong pesa como un pedrusco y que debe volver a encomendarse a Contador, que ha expiado sus pecados. , para revivir el entusiasmo y la esperanza de un deporte limpio. Hasta que se demuestre (o más bien probeta) lo contrario.

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