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Censis: Italia "tonta e infeliz", pero la clase dominante explota la crisis

Según el último informe Censis, en 2013 los gastos de los hogares retrocedieron más de diez años - Una cuarta parte de los ocupados está convencida de que en los primeros meses de 2014 empeorarán sus condiciones laborales - El peso de los inmigrantes crece entre los empresarios, pero el La alarma de racismo también aumenta.

Censis: Italia "tonta e infeliz", pero la clase dominante explota la crisis

La sociedad italiana es "tonta e infeliz": "no ha habido un colapso real", pero "demasiada gente desciende en la escala social". Así lo subraya el presidente de Censis, Giuseppe De Rita, en las consideraciones generales del 47º informe sobre la situación social del país.

En su estudio, el Centro de Estudios de la Inversión Social señala con el dedo a la "clase dominante italiana", que "tiende a buscar su legitimidad en el compromiso de dar estabilidad al sistema, quizás a partir de anuncios dramáticos, decretos salvíficos y complicadas maniobras que han la única motivación y el único efecto de mantenerse como único dueño de la gestión de crisis. La clase dominante no puede ni quiere abandonar la opción implícita pero ambigua de dramatizar la crisis para poder gestionarla. Una tentación que también vale para todos: los políticos como administradores públicos, los banqueros como formadores de opinión”. En general, según Censis, "tres temas que parecen omnipotentes para explicar la situación del país se han impuesto en el debate social y político: el primero es que Italia está al borde del abismo, el segundo es que los mayores peligros derivan de el grave estado de inestabilidad y el tercero es que no tenemos una clase dominante adecuada para evitar el peligro del abismo". 

Una situación de crisis que se refleja en los datos contenidos en el informe. 

CONSUMO RETROCEDE 10 AÑOS

Según el informe, en 2013 el gasto de los hogares retrocedió más de diez años: desde principios de la década de 2000 hasta la actualidad, el gasto en productos alimenticios disminuyó un 6,7%, el vestido y el calzado un 15%, y un 8% el de mobiliario y mantenimiento del hogar, en un 19% las destinadas al transporte. “Menos despilfarro, pero también menor capacidad de ahorro, definen un panorama preocupante en el que ahora es imprescindible actuar con rapidez en términos de reducción radical de la carga fiscal -escribe Censis-, de incentivos al consumo de fácil utilización, de políticas de empleo”. Entre los hogares, el 76 % busca promociones, el 63 % elige comida en función del precio más barato, el 62 % ha aumentado las compras de productos de marca propia, el 68 % ha disminuido el gasto en cine y ocio, el 53 % ha reducido los desplazamientos en coche y moto para ahorrar gasolina, el 45% ha renunciado a ir a un restaurante.

INCERTIDUMBRE SOBRE EL FUTURO Y EL TRABAJO, NO SOLO PARA LOS JÓVENES

Según una encuesta del instituto realizada en septiembre, una cuarta parte de los ocupados está convencida de que en los primeros meses de 2014 empeorarán sus condiciones laborales; El 14,3% piensa que pronto tendrá una reducción en sus ingresos del trabajo y el 14% piensa que podría perder su trabajo. “Son temores que afectan transversalmente a la población italiana –explica Censis– no solo a los más jóvenes, que más que temer una reducción del salario temen quedarse sin trabajo, sino también a los grupos de edad centrales, incluida la necesidad de proporcionar los ingresos de uno para el bienestar de la familia amplifican las ansiedades sobre el futuro”. Entre 35-44 años. el 13,7% está convencido de que su puesto de trabajo está en riesgo y el 17,3% espera una reducción de ingresos; entre los 45-54 años, el miedo a perder el trabajo es compartido por el 17,1% de los ocupados. “El sentimiento de desconfianza se alimenta del deterioro de un contexto -prosigue el informe- que ha visto, sobre todo en el último año, ampliar el perímetro de la crisis desde los tramos generacionales más jóvenes hacia los más adultos”.

EMPRESAS: EL PESO DE LAS MUJERES Y DE LOS INMIGRANTES CRECE

Censis nos invita a reconsiderar el papel de los inmigrantes, definidos como "una fuerza motriz: ante las dificultades de encontrar un trabajo por cuenta ajena, obligados a trabajar para permanecer en Italia, los extranjeros se arriesgan a abrir nuevos negocios". Entre 2009 y 2012, los empresarios italianos disminuyeron un 4,4%, mientras que los extranjeros aumentaron un 16,5%. Las empresas extranjeras representan el 11,7% del total. Se concentra en la construcción (21,2% del total) y en el comercio minorista (20%). Ante la crisis que afecta a los comercios italianos, que han disminuido un 2009% desde 3,3, los extranjeros han crecido en cambio un 21,3% en el sector minorista (donde hay 120.626 negocios de propiedad extranjera) y un 9,1% en el sector mayorista (21.440 ). 

Por el lado femenino, al cierre del segundo trimestre de 2013 había 1.429.880 negocios con titular mujer, equivalente al 23,6% del total. En el último año el saldo es positivo (casi 5 mil unidades más). Las empresas rosa se concentran en comercio (28,7%), agricultura (16,2%), servicios de alojamiento y restauración (9,2%). Son principalmente pequeñas (casi el 69% tienen menos de un empleado) e individuales (60% del total). Sin embargo, el incremento más significativo del último año lo registran las sociedades anónimas: 9.027 unidades más (+4,2%). Además, la participación de las mujeres como autónomas en el mercado laboral aumentó un 3,7% entre 2007 y 2012.

ALERTA DE RACISMO

Según Censis, solo el 17,2 % de los italianos se sienten comprensivos y tienen un trato amistoso con los inmigrantes: 4 de cada cinco se dividen entre desconfianza (60,1 %), indiferencia (15,8 %) y abierta hostilidad (6,9 %), mientras que dos de cada cinco tres italianos (65,2%) piensan que hay demasiados inmigrantes en Italia. En 2013, la designación del primer ministro negro de la República representó un elemento positivo "pero a los observadores más atentos no se les habrán pasado por alto algunas señales de tensión hábilmente alimentadas por una parte de nuestros representantes políticos en un racismo que sube desde arriba y que encuentra un caldo de cultivo peligroso en las preocupaciones relacionadas con la crisis”.

MEDIODÍA OLVIDADO

Según los cálculos del instituto, el PIB per cápita del Sur es de 17.957 euros, el 57% del del Centro-Norte, también inferior a los niveles medios de Grecia y España. Censis habla del Sur como "un problema no resuelto", cuyos datos muestran un grave empeoramiento: "La incidencia del PIB del Sur sobre el nacional pasó del 24,3% al 23,4% en el período 2007-2012, resultado de una contracción de 41 millones, el 36% de los 113 perdidos por Italia a causa de la crisis. Es fuerte la impresión de que la cuestión del sur ha sido de hecho desclasificada de todo programa político”. 

LA EDUCACIÓN AÚN EN NIVELES BAJOS

Incluso hoy, el 21,7% de la población italiana mayor de 15 años tiene como máximo un certificado de escuela primaria. La mayoría son personas mayores, pero este porcentaje incluye el 2 % de 15 a 19 años, el 1,5 % de 20 a 24 años, el 2,4 % de 25 a 29 años y el 7,7 % de 30 a 59 años que nunca han obtenido una calificación de escuela secundaria inferior. En cuanto a las universidades, “la ansiedad que muestran las universidades ante las comparaciones internacionales es consecuencia de un sistema universitario en cierto modo demasiado provinciano –continúa el dossier-. Por lo tanto, las universidades italianas tienen dificultades para posicionarse en las redes de investigación internacionales”, ya que la “connotación local predominante” pesa sobre la “reputación internacional”.

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