Incluso antes de que se celebre el funeral, que tendrá lugar en Milán el jueves 14 de abril a las 11 en la iglesia de Santa Maria delle Grazie”, ha comenzado la carrera por la sucesión a la máxima dirección del Movimiento 5 Estrellas.
Entre los activistas, la esperanza es que Beppe Grillo vuelva sobre sus pasos, pero parece más probable que el legado del líder sea retomado por los jóvenes exponentes principales del Movimiento: Luigi Di Maio, Roberto Fico y Alessandro Di Battista. Uno de los tres podría ser llamado pronto para liderar los pentastellati, o incluso podrían, todos juntos, tomar el mando. Junto a ellos también podría estar Davide Casaleggio, en un papel más técnico que político, diferente al que ejerce su padre.
Lo cierto es que la desaparición de Casaleggio representa una pérdida importante para el M5S que a partir de ahora deberá compactarse para evitar el caos. Diferentes alineaciones parecen haberse formado dentro del Movimiento.
Davide Casaleggio posee la lealtad de la estructura y conoce los "secretos de la empresa": las claves del servidor, las contraseñas, la organización digital del Movimiento que su padre nunca quiso dar a nadie.
Luigi Di Maio es la cara del Movimiento 5 Estrellas en Montecitorio, en ascenso no solo dentro de su partido sino también en las encuestas. A su lado están el propio Di Battista, Danilo Toninelli y Alfonso Bonafede.
Sin embargo, el vicepresidente de la Cámara no estaría bien visto por lo que ya se ha denominado el eje norte, según el cual la visibilidad de Di Maio se habría vuelto "excesiva", violando claramente la regla tan cara a Casaleggio de "uno es vale uno".
Más recluido Roberto Fico quien en reiteradas ocasiones ha manifestado que quiere aprender de las enseñanzas del líder, repitiendo la frase “no hay líderes”, considerada una de las reglas cardinales del M5S.
Finalmente, habría una alineación final que convoca a un congreso en el que se acuerden roles, estructura partidaria y responsabilidades.
