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Facturas caras: italianos dispuestos a ahorrar en gas y electricidad pero no por motivos medioambientales.

Una encuesta del Eurobarómetro dice que los italianos intentarán reducir su consumo, pero solo para reducir el gasto de los hogares. Los aspectos climáticos, importantes, por ahora en un segundo plano.

Facturas caras: italianos dispuestos a ahorrar en gas y electricidad pero no por motivos medioambientales.

Queridas facturas, una prioridad, dice Giorgia Meloni. Sin embargo, durante semanas también hemos estado discutiendo cómo reducir el consumo de electricidad y gas. Pensamos en una responsabilidad individual para combatir un fenómeno macroeconómico. También se dice que reduce el consumo. ayudará al clima. Se habla de ella en toda Europa. ¿Y en Italia? Eurobarómetro en los últimos días ha realizado una encuesta cuyos resultados parecen cumplir el deseo de Giorgia Meloni. El acuerdo alcanzado anoche en Bruselas a iniciativa de Mario Draghi sin duda conducirá a tarifas más bajas. Pero, ¿qué significa ahorrar energía para los italianos este invierno? Para el 58 por ciento significa reducir el consumo únicamente por razones económicas. De los efectos climáticos -en este período- hay poca consideración. En resumen, los italianos están dispuestos a hacer sacrificios, cambiar sus hábitos, usar menos calefacción e iluminación doméstica casi exclusivamente porque el gasto se ha vuelto inasequible.

La costosa factura pesa en los presupuestos familiares y pone el clima en un segundo plano

El 69 por ciento, sin embargo, está convencido de que Italia podrá economizar y demostrar su valía en Europa, a pesar de las previsiones de gasto de Meloni. 30 mil millones para luchar contra las costosas facturas.

Eurobarómetro especifica “que los sacrificios están dictados por razones económicas y no por un alma verde”. Atención, el Los europeos continúan preocupados por el clima y esperan que los programas destinados a reducir el impacto ambiental no se interrumpan. Pero después de la guerra en Ucrania y los desastres de Putin, el medio ambiente pasa a un segundo plano.

Después de todo, la encuesta describe una situación muy plástica. Cuando se le preguntó acerca de la disposición a pagar un factura de energía más alta por razones clima-ambientales, el 73% de todos los entrevistados respondió que no.

Finalmente, las diferencias sociales en términos de ingresos. Más de la mitad de la muestra está convencida de que las clases adineradas deben hacer los mayores sacrificios. Las familias que más consumen, tienen más bienes y necesidades energéticas, viven en casas grandes. Las esperanzas de ver el panorama cambiado datan de hace unas horas. Después del Acuerdo de Bruselas el precio del gas ha perdido un 10% con el componente especulativo en sombra. Por lo que respecta al Gobierno de Meloni, entre las hipótesis circuladas en los últimos días también se habla de premiar a los que más ahorran para empujar más a la baja el precio final del gas frente a la menor demanda. El próximo Consejo de Ministros debería adoptar las primeras medidas para familias y empresas.

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