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Mercado de fichajes, el Milan era el rey pero no los anillos finales

Con el intercambio entre Higuaín y Piatek y la compra del brasileño Paquetà, el Milan fueron los grandes protagonistas del mercado de fichajes de invierno, sobre el que anoche cayó el telón -La Juve deja ir a Benatia por el Cáceres: ¿la defensa es más fuerte o más débil? Nada hecho por Inter, Roma y Nápoles

Mercado de fichajes, el Milan era el rey pero no los anillos finales

Pocas pero buenas. El mercado de invierno de 2019 terminó sin barriles de última hora, una sesión dedicada a la prudencia tanto desde el punto de vista técnico como económico. Limitándonos al último día, sinceramente no hay mucho que decir, pero si extendemos la discusión a todo el mes de enero, la historia cambia.

El Milán de Leonardo es un gran protagonista, capaz de invertir 70 millones por el binomio Paquetá-Piatek y de vender a Higuaín al Chelsea. El triángulo en cuestión (por dentro, vamos, la Juventus también) fue lo más destacado de este mercado, yendo mucho más allá del concepto de "reparación". Dejar ir al Pipita por el Pistolero fue una jugada contundente, capaz de cambiar (para bien o para mal, solo lo sabremos más adelante) el balance de un campeonato.

De momento, evidentemente, el Milán parece habérselo ganado, y si la contraprueba definitiva sólo estará disponible dentro de unos meses, la afición ya ha hecho su elección: la mirada llena de hambre y malicia del joven Piatek, en De hecho, convence mucho más que a la triste (rayana en la desgana) de Higuaín.

Los rossoneri, como decíamos anteriormente, también han puesto a Paquetà en el motor, confirmando la absoluta necesidad de llegar a la zona de Champions: en verano, de hecho, tendremos que vérnoslas con la UEFA, ahora en cambio, gracias al llamamiento al Lausanne Tas, Gazidis, Leonardo y Maldini pueden moverse en una especie de zona gris que ha permitido la doble inversión. En definitiva, el Milán rey del mercado de fichajes, también porque los demás casi no lo hicieron.

La Juventus se limitó a vender a Benatia en Qatar y (re)tomar a Cáceres: una jugada que no convence del todo, sobre todo ahora que la enfermería juventina está repleta de defensas. Desde el punto de vista económico, la operación es impecable (10 millones para un jugador cuyo contrato está a punto de expirar), pero desde el punto de vista técnico plantea más de una perplejidad: es innegable, de hecho, que la defensa viene fuera debilitado.

La Juve ha optado por acompañar al gol a un jugador descontento, al contrario de lo que han hecho Inter y Napoli, cuyos mercados se han caracterizado por la "resistencia". Tanto Perisic como Allan querían irse, Marotta y De Laurentiis escucharon, trabajaron y luego decidieron no hacerlo. Solo el tiempo, como siempre en el mercado de fichajes, dirá si las elecciones han sido correctas o incorrectas, pero ciertamente Inter y Napoli han mostrado sus músculos y esto siempre complace a los fanáticos. Eso sí, Ancelotti (y probablemente Spalletti también) hubiera agradecido también un tiro entrante, capaz de completar la plantilla y garantizar una segunda parte de la temporada a la altura de la primera, en cambio tendrá que conformarse con entrenar a los que ya tenía.

La culpa de un mercado difícil, que se deslizó a la espera de que alguien más diera el pistoletazo de salida y desencadenara el habitual efecto dominó. Milan, Juventus y Chelsea aparte, nadie lo hizo, limitando así al mínimo los golpes y las emociones. Ahora la página está oficialmente cerrada y volvemos a pensar (sin distracciones) en el fútbol, ​​que siempre ha sido la mejor respuesta a las esperanzas del mercado.

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