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Brasil, la despedida y el regreso de Intesa Sanpaolo

Después de invertir durante años en el mercado brasileño, el Banco Italiano decidió dejarlo en 2003 – Hoy sin embargo, a pesar de los nuevos problemas socioeconómicos del país, pretende volver – Fanin: “Hemos iniciado el procedimiento con el Banco Central para la autorización para reanudar la actividad operativa, que podría comenzar a mediados del próximo año”

Brasil, la despedida y el regreso de Intesa Sanpaolo

Lejos de Brasil y de vuelta en poco más de 10 años. El vínculo entre la Entente y el mayor de los países sudamericanos puede parecer paradójico, pero está ligado a precisas razones comerciales. Después de años de invertir en el mercado brasileño, el Banco Italiano decidió dejarlo en 2003. Hoy, sin embargo, a pesar de los nuevos problemas socioeconómicos del país, apunta a regresar.  

A fines de la década de 200, el instituto contaba con cerca de 1991 sucursales en Brasil, mientras que hoy en São Paulo sólo queda una oficina de representación, activa desde XNUMX, que realiza principalmente actividades de consultoría. “Hace año y medio iniciamos el trámite con el banco central de Brasil para obtener la autorización para reanudar las operaciones, que podría comenzar a mediados del próximo año – explica Daniele Fanin, de la gerencia corporativa internacional de Intesa Sanpaolo -. Será un banco corporativo que ofrecerá a nuestros clientes financiamiento también en moneda local, garantías, operaciones de cambio y derivados”.

Hace apenas tres años, el producto interno bruto de Brasil crecía a una tasa anual del 7,5%. Ahora, sin embargo, las condiciones son muy diferentes: el país está atravesado por protestas populares más impresionantes de los últimos 20 años y en 2012 el PIB registró un tímido +0,9%, el peor resultado desde 2009. La pregunta es obvia: ¿por qué Intesa opta por regresar justo cuando el gran crecimiento parece haber terminado?

Las perspectivas ciertamente no son las mejores en Europa, donde el grupo está más presente, y desde el punto de vista del Banco, algunos desequilibrios que Brasil tiene que resolver hoy, por ejemplo en el frente de las inversiones, representan una oportunidad. “El país tiene una calificación satisfactoria y también hay espacio interesante para el crecimiento del sistema bancario –continúa Fanin-. Además, la calidad general del crédito no genera especiales alarmas, ya que la media de morosidad no supera el 3,5%”. Además, el sistema bancario brasileño carece de esos gigantes que en otros lugares dificultan especialmente el acceso de nuevas instituciones. 

Fanin subraya que el objetivo de Intesa es colaborar con “empresas italianas que operan en sectores que van desde la construcción hasta las infraestructuras, la ingeniería de plantas, la maquinaria de construcción, el equipamiento deportivo y hotelero, el transporte, sin olvidar los sectores de la energía, el petróleo y el gas”. Pero entre estos diversos sectores, sin duda la mayoría de las expectativas se centran en la infraestructura, ya que el plan aprobado por el gobierno tiene un valor de alrededor de 800 mil millones de dólares para 2016. 

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