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Bolsa de Fráncfort, así cambia el Dax: más tecnología, menos bancos

Alemania se prepara para afrontar la salida de Angela Merkel también en bolsa. El Dax sube de 30 a 40 títulos, da más espacio a la tecnología y pretende acompañar a la economía alemana ampliando el valor de la lista. El desafío con París y las tarjetas AIM en Italia

Bolsa de Fráncfort, así cambia el Dax: más tecnología, menos bancos

El temido cambio de rumbo, por supuesto, no se produjo. El BCE, si bien ha reducido ligeramente las compras de valores bajo el programa Pepp, ha mantenido con firmeza el rumbo hacia la recuperación de las economías que, gracias a la debilidad del euro, avanza a buen ritmo. Es el escenario ideal para acompañar a la economía alemana, verdadero motor del Viejo Continente, en un trayecto delicado en varios frentes. La política, sobre todo, en vista de lasalida de Ángela Merkel con las elecciones del 26 de septiembre que, según las encuestas (falsificadas incluso más allá del Rin), deberían premiar a Olav Scholz, el socialdemócrata ex burgomaestre de Hamburgo, juzgado como la continuación ideal de la política de alianza SPD-CDU que ha regido el país durante décadas. Allá cambio economico, más complicado e incierto ante los retos que se avecinan para el coche que ahora afronta la transición a la energía eléctrica, pero también para otros sectores, especialmente los implicados en la transición del carbón a las energías limpias, un salto muchas veces más complicado y costoso que cuánto no quieres admitir. 

Por último, pero no menos importante, viene el desafío financiero. El modelo bancario está en una crisis ya endémica: los bancos medianos están sufriendo, paralizados por las bajas tasas; Deutsche Bank no se recupera, lastrado por las muchas desventuras sufridas en un intento de competir con los gigantes bancarios estadounidenses, ni Commerzbank ve el final del túnel. Los intentos de encaminar el sistema hacia las Fintech, por ahora, han causado más fracasos que ventajas, a juzgar por el desastre de Wirecard, que ha afectado profundamente la credibilidad de los órganos de control. Y por último, es reciente la noticia de las pesquisas de Bafin en los pisos superiores de Allianz, el buque insignia de las finanzas teutónicas, ante unas operaciones sospechosas en perjuicio de los clientes. Un panorama complicado, por tanto, pero en el que ha madurado la voluntad de apostar de forma más decidida y transparente por la Bolsa, como siempre han pedido los grandes inversores internacionales. Esto también explica la revolución del mercado, que comenzó el pasado 3 de septiembre, pero que ya está cambiando el enfoque y las opciones de los inversores, grandes y pequeños, que se refieren a los índices Dax.

 En particular:        

  • El principal índice bursátil de Alemania fue portado de 30 a 40 miembros, marcando una evolución significativa del índice y del mercado de capitales alemán. Los 30 miembros anteriores pierden parte de su peso ante los nuevos miembros.
  • entre las nuevas entradas destaca el gigante Airbus, hasta ahora solo tratado en París. La acción por sí sola valdrá más o menos el 5% del mercado, tanto como Daimler o Allianz.
  • También se unen al Dax el minorista de productos químicos Brenntag, el proveedor de cajas de cocina Hellofresh, el holding Porsche, el proveedor de laboratorios y productos farmacéuticos Sartorius, el grupo de tecnología médica Siemens Healthineers, el fabricante de sabores y fragancias Symrise y el minorista de moda Zalando. El cuadro lo completan Puma y la biotecnológica Qiagen.
  • La hegemonía de la mecánica y la química se elimina parcialmente a ventaja de la tecnología (hasta ahora representada solo por Sap e Infineon) y el sector biomédico.
  • En paralelo cae de 60 a 50 miembros el número de miembros de la lista MDAX de empresas medianas que incluye, entre otras cosas, al minorista en línea de alimentos para mascotas Zooplus, que acaba de ser absorbido por un particular estadounidense.
  • La primera consecuencia de la reforma fue la de fortalecer el tamaño de la plaza alemana reduciendo el gap de la Bolsa de París: de hecho, los novatos valen un total de 350 millones de euros que se suman a los 1.400 millones del año anterior, frente a los 2.200 millones de valor del mercado francés. Estos números dan la medida de peso reducido de Piazza Affari, controlada por Euronext, que lucha por alcanzar los 700 millones de valor, a pesar del creciente interés por las pymes que muestra el número de objetivo estudiantes de primer año que ahora cuenta con más de 160 empresas. 

Sin embargo, más allá de las dimensiones, el valor de la reforma radica en las cualidades requeridas de los participantes:  

Los candidatos al DAX deben tener un EBITDA positivo en los últimos dos años de estados financieros anuales.
Se han introducido obligaciones de información financiera con sanciones específicas por incumplimiento. Ya no será posible que un valor permanezca cotizado más de un mes después del inicio de las investigaciones judiciales, como sucedió con Wirecard.
Se requiere el cumplimiento de ciertas disposiciones relacionadas con los comités de auditoría en el Código Alemán de Gobierno Corporativo.
Le revisiones del índice pasan a ser dos al año: el de marzo se suma al tradicional de septiembre.
Se introduce un ranking de capitalización de mercado de parámetro único.
También se aplica el requisito de liquidez mínima.

Un conjunto de reformas que acerquen a Fráncfort a los estándares de otros mercados, circunstancia que podría acelerar la creación de un único gran mercado de capitales europeo, necesidad que se hace sentir cada vez más tras la pérdida, vía Brexit, de la ventana de la City.

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