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Sacconi, no seas terco con el arte. 18. El mercado laboral en el centro de la nueva maniobra

Las medidas preparadas por el Gobierno deben incluir reglas capaces de dar un nuevo impulso al crecimiento – Para el mercado de trabajo, la propuesta del Ministro Sacconi de volver a plantear la reforma del art. 18 del Estatuto de los Trabajadores no es el camino correcto - Mejor recuperar el proyecto de ley de Ichino (Pd), ya firmado por más de 80 senadores de varios partidos.

Sacconi, no seas terco con el arte. 18. El mercado laboral en el centro de la nueva maniobra

Si bien los problemas políticos siguen enredados, tanto al interior de la mayoría como entre ésta y la oposición, comienzan a perfilarse algunos puntos fundamentales de la maniobra que debe emprenderse inmediatamente después del XNUMX de agosto. El impuesto predial parece definitivamente excluido pero será reemplazado por un impuesto adicional sobre mayores ingresos. Una solución ciertamente inevitable tanto por razones de ingresos como para dar algo de equidad a los sacrificios que seguramente se deben exigir a todos. El problema en este sentido siempre tiene que ver con la enorme evasión que favorece a algunas categorías de profesionales y comerciantes que todavía tienen mil resquicios para escapar del fisco. Por lo tanto, una tributación sobre mayores ingresos no puede desligarse de una lucha más severa contra la evasión fiscal y una reducción de las exenciones fiscales y otras normas que permiten la evasión injustificada de ingresos.
 
Pero la maniobra para que tenga un efecto no sólo restrictivo y por tanto más depresivo sobre el PIB tendrá que contener una serie de reglas capaces de incentivar la iniciativa de los individuos y por tanto las inversiones y el crecimiento global del país. Entre ellos, sin duda, el recorte de los costes de la política y del aparato burocrático que vive parasitariamente sobre los hombros de los ciudadanos y una renovación del derecho laboral y las relaciones industriales para aumentar la productividad laboral tanto en el sector privado como en la administración pública. El problema es cómo lograr este último resultado evitando rupturas entre los sindicatos y por ende en el cuerpo social en un momento tan delicado. El camino no parece tanto el propugnado por el ministro Maurizio Sacconi para tomar el tema de frente al volver a proponer la reforma del artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores que hace ya diez años suscitó enormes (aunque injustificadas) protestas, sino más bien seguir el camino indicado por el senador Pietro Ichino y por el proyecto de ley presentado hace dos años y firmado por más de 80 senadores de varios partidos. Después de todo, incluso Confindustria parece estar orientada en esta dirección, prefiriendo evitar la guerra social en esta etapa. En todo caso, habría que pedir a la CGIL que cierre el juego de la reforma de las relaciones laborales en muy poco tiempo con el pleno reconocimiento erga omnes de los convenios de empresa aprobados por la mayoría de sindicatos y trabajadores con referéndum específico.

Finalmente está el capítulo de pensiones. Además de la suspensión de las pensiones de vejez, que es sin duda fundamental, habría que abordar también la cuestión de la elevación de la edad de jubilación que, si bien no genera ingresos inmediatos significativos, ofrece una perspectiva de consolidación de las finanzas públicas muy apreciada por los operadores del mercado.

En definitiva, lo importante es que no hagamos la habitual maniobra paliativa que luego resulta inconclusa, sino que actuemos con convicción para modificar algunos de los obstáculos estructurales que hasta ahora han bloqueado el crecimiento del país.

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