Blackrock toma el camino de la sostenibilidad y envía un mensaje claro a las empresas en las que invierte: Votaremos “en contra de los ejecutivos y directores cuando las empresas no avancen lo suficiente en los informes de sostenibilidad y no elaboren directrices y planes de negocios relacionados”.
Lo escribe Larry Fink, cofundador y presidente del gigante financiero estadounidense en la tradicional carta anual que se envía a los directores ejecutivos de las empresas. “Estamos al borde de una transformación financiera completa. Los datos sobre los riesgos climáticos están obligando a los inversores a reconsiderar los cimientos de las finanzas modernas". Por ello, "todo gobierno, empresa y accionista debe hacer frente al cambio climático", escribe Fink, subrayando que en "un futuro próximo, antes de lo previsto por muchos, habrá una importante reasignación de capital”.
Tras sumarse a la campaña Climate Action 100+, el mayor fondo de inversión del mundo da la voz de alarma sobre los riesgos del cambio climático, anunciando su intención de hacer la sostenibilidad es uno de los principales estándares sobre los que basar sus inversiones. “Cada vez más inversores –continúa el directivo en su carta– se dan cuenta de que riesgo climático significa riesgo de inversión. De hecho, el cambio climático es casi invariablemente la primera preocupación que los clientes de todo el mundo nos plantean. De Europa a Australia, de América del Sur a China, de Florida a Oregón, los inversores nos preguntan cómo modificar sus carteras. Buscan comprender no solo los riesgos físicos asociados con el cambio climático, sino también qué impacto tendrán las políticas relacionadas con el clima en los precios, los costos y la demanda de la economía en su conjunto".
Cuestiones todas que, según Fink, ya implican “una reevaluación profunda del riesgo y el valor de los activos. Y debido a que los mercados de capital anticipan el riesgo futuro, registraremos cambios en la asignación de capital más rápido que los cambios en el clima".
