La presión sobre los salarios y las bonificaciones de los principales gerentes bancarios proviene del Banco de Italia. De hecho, el instituto ha emitido las nuevas disposiciones sobre políticas y prácticas retributivas, trasponiendo la directiva europea y las directrices desarrolladas a nivel internacional: entre las principales novedades se establece que para el personal que pueda asumir riesgos significativos, la parte variable de la la remuneración no debe exceder la fijada. El límite puede superarse hasta el doble de la cantidad fijada pero "sólo previa aprobación de la asamblea de accionistas con mayoría calificada".
Las nuevas disposiciones también prevén que la retribución del presidente del consejo de administración (o, en el sistema dual, del órgano encargado de la supervisión estratégica) “no debe exceder de la retribución fija del consejero delegado o director general; este límite podrá ser elevado por la asamblea de accionistas por mayoría calificada”. Sin embargo, de conformidad con el principio de proporcionalidad, las nuevas reglas se aplican de manera diferente según el tamaño de los bancos. Las reglas más estrictas se aplican a los "bancos más grandes o más complejos operativamente", y estos son todos aquellos considerados "significativos" de acuerdo con el Mecanismo Único de Supervisión. Se prevé un régimen transitorio para garantizar a los intermediarios el tiempo necesario para adaptarse a las nuevas disposiciones. Las políticas de remuneración e incentivos conformes a las nuevas reglas serán sometidas a las juntas de accionistas convocadas para la aprobación de los estados financieros de 2014. Durante 2015 se prevén plazos específicos para la adecuación de los contratos individuales; para algunas obligaciones hay tiempo hasta el 30 de junio de 2016, fecha límite para el pleno cumplimiento de todas las nuevas disposiciones.
