El segundo trimestre de Bank of America fue malo, registrando una caída en la facturación del 4%, ganancias del 43% y acciones de 13 centavos. Los daños son atribuibles a los costos legales en los que tuvo que incurrir el segundo banco más grande de Estados Unidos para resolver las alegaciones sobre las supuestas violaciones de valores respaldados por hipotecas residenciales. De hecho, la facturación cayó hasta los 21,96 millones de dólares, lo que si por un lado difiere positivamente de las expectativas de los analistas que le otorgaban 21,62 millones, por otro es inferior a la facturación registrada en el mismo período de 2013, 22,949 millones.
La caída de los beneficios, que descendieron hasta los 2,291 millones frente a los 4,012 del segundo trimestre de 2013, también estuvo provocada por la actividad de desembolso hipotecario más de la mitad, un -59% respecto al año anterior. Una disminución provocada seguramente por el acuerdo por 650 millones con American International Group sobre las infracciones en la concesión de hipotecas, que se produjo en los albores de la crisis a través de la OPA de Countrywide Financial y Merrill Lynch. La contrapartida ofrecida por AIG será la aceptación por parte del Bank of America de un acuerdo de 8,5 millones de dólares con inversores privados.
En cuanto a los aspectos positivos del informe trimestral de Bank of America, cabe señalar que los ingresos generados por las actividades de negociación de renta fija, commodities y divisas aumentaron un 5%, cifra que, entre otras cosas, va en contra de la tendencia reportada por los rivales en los últimos días. En general, sin embargo, las actividades de negociación registraron una caída del 14% debido principalmente a la banca hipotecaria, que registró pérdidas de 2,8 millones de dólares, una mejora en comparación con el agujero de 5 millones del trimestre pasado, pero aún peor que las pérdidas registradas en el mismo período de el año en curso.
