comparte

Bancos territoriales cada vez más escasos pero imprescindibles

La concentración bancaria está haciendo desaparecer sucursales y ventanillas de muchos territorios periféricos como se cuenta en un nuevo libro publicado por goWare con prefacio de Giulio Sapelli - Sin embargo, la presencia de un banco es fundamental para los territorios pero para reducir la desintermediación sería necesario revisar la supervisión que asfixia a los bancos locales

Bancos territoriales cada vez más escasos pero imprescindibles

En la evolución económica y social habitual, de vez en cuando, hay tirones en los que la velocidad aumenta de forma espectacular. Hoy parece uno de esos momentos: las innovaciones tecnológicas están ligadas a demandas económicas y financieras y tienden a seguir caminos que apuntan hacia todas las formas de desintermediación de la sociedad.

Las nuevas plataformas de vanguardia hablan de reemplazar intermediarios financieros como bancos o corredores, o compañías de seguros, con software comúnmente soportado, por ejemplo, en la cadena de bloques Ethereum, que automatizaría la actividad del mercado.

¿Futuro lejano? Tal vez no. Basta con mirar la portada de la última edición de septiembre de The Economist, cuyo título Por la madriguera del conejo. La promesa y los peligros de las finanzas descentralizadas (Por la madriguera del conejo. La promesa y los peligros de las finanzas descentralizadas).

La noticia del cierre anunciado de la sucursal bancaria de Vitolini (una aldea montañosa en el municipio de Vinci en la provincia de Florencia) por parte de Intesa va precisamente (aunque conceptualmente diferente) en esta dirección de desintermediación también de los territorios locales: es Hace apenas unos años que la idea y el hecho del número de sucursales en un banco era, al fin y al cabo, su verdadero valor añadido y, en consecuencia, la negociación se realizaba a precios altísimos.

el banco de vitolini

La historia del banco en Vitolini se rastrea en un libro mío publicado recientemente: Historia del Banco Cooperativo de Capraia Montelupo y Vitolini. Un banco territorial toscano y la economía local en tiempos de globalización. Introducción de Giulio Sapelli.

Esta historia se desarrolla a lo largo de todo el siglo XX, con la larga cadena que va desde su establecimiento hasta la fusión con Capraia y Montelupo (dos municipios vecinos de la provincia de Florencia) y luego a la posterior venta a Popolare dell'Etruria y de ahí, por último, con motivo de los notorios eventos concursales, a Intesa.

Desde esta perspectiva, si desde el punto de vista de la cuenta de resultados se entiende bien la necesidad de racionalizar los costes de Intesa, quedan dudas sobre el rumbo que parece estar tomando la visión pública del territorio: el capital acumulado durante un siglo debe tener un algún motivo para seguir siendo representado, más allá del vínculo impersonal de la distancia cada vez mayor entre la cabeza y el cuerpo económico.

La centralidad de los territorios

Los territorios deben sobrevivir y prosperar, y los servicios bancarios son una condición necesaria: sería importante que, en una forma por encontrar, las licencias bancarias (que permiten la actividad y las ganancias relativas) también contuvieran una obligación de servicio para fracciones y territorios más marginales. Quizás en combinación con servicios postales, municipios, acceso a redes y necesidades digitales. La riqueza de un país pasa necesariamente por la riqueza ciudadana.

Desde este punto de vista, incluso el impulso legislativo y de supervisión parece subestimar la necesidad, la necesidad, la necesidad de tener bancos territoriales junto con los más grandes e internacionales: sin embargo, el tejido económico de Italia todavía se compone principalmente de pequeños y medianas empresas, artesanos, empresas unipersonales, familias, que necesario tienen una relación fiduciaria con el banco local, porque nacieron y crecieron allí y porque, no olvidemos, proveen la materia prima para el ahorro del sistema bancario.

Índice de Gini sobre concentración bancaria

Por otro lado, la tendencia, basta con ver la regulación del BCE impuesta a los bancos, que básicamente no distingue entre pequeños y grandes e impone unos costes de gestión imposibles para los primeros, aunque el riesgo colectivo que representan sea significativamente menor, empuja por lo que muchos bancos territoriales desaparecen cada año.

Si calculáramos hoy, en comparación con hace unos años, el índice de Gini de concentración bancaria, se acercaría a uno, arriesgadamente para la libertad y la oportunidad económica (1). ¿Cuál es entonces el punto de equilibrio saludable del número de bancos en el área?

. . .

Pablo Marcucci Desarrolló toda su experiencia laboral en el mundo bancario. Ha sido ponente en congresos/encuentros de carácter económico, dictado de maestrías universitarias sobre gestión de riesgos. Durante 10 años fue concejal y luego concejal de cultura e industria del municipio de Comune Montelupo Fiorentino. Siempre interesado en la historia y la economía local, ha publicado varios libros y estudios sobre este tema.

Revisión