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Coche: eléctrico o autónomo, nada volverá a ser igual

2021 será el punto de inflexión para una revolución permanente en el mundo de las cuatro ruedas.Tras el tsunami de la pandemia, el ambiente no es depresivo: Apple y Google lanzan el reto a Tesla pero Europa también tiene sus cartas por jugar. Así se reorganizan las grandes marcas para disputar el cetro con Elon Musk

Coche: eléctrico o autónomo, nada volverá a ser igual

Nada será como antes en el mundo de las cuatro ruedas después de 2020, un año tan maldito para las ventas como pródigo en novedades de futuro: baterías de litio, coches autónomos y, por último, hidrógeno qué combustible del futuro. Una suerte de tsunami que ya ha golpeado la forma de producir el coche pero que promete desbordar cualquier referente pasado en materia de movilidad.

 La última noticia en orden cronológico es sensacional: Apple, quien parecía haber renunciado a competir en la industria hace seis años, ha anunciado que ha retomado el proyecto Titán, o la creación de un vehículo autónomo equipado con una batería innovadora, incluso "revolucionaria". Faltan detalles pero el anuncio fue aceptado en Bolsa con un aumento del 3% en el Apple, tal es la expectativa por el regreso del i-Car a escena. 

Parece obvio que esta vez Apple, tras reconocer en su primer intento que no es fácil aterrizar de cero en el mundo del automóvil, confiará en un socio como Waymo, la compañía de movilidad de Google apoyándose en la Chrysler Pacifica. Pero esta vez el espíritu de la iniciativa será muy diferente al de 2014: se trata de erosionar lo anunciado como la hegemonía indiscutible de Tesla antes de que sea demasiado tarde, dado que Elon Musk se propone controlar un buen tercio del mercado mundial de coches eléctricos en cinco años.

 Él, el científico-empresario, no se preocupa demasiado ni por la nueva ni por la vieja competencia. “Creo –dijo recientemente– que habrá muchos fabricantes capaces de desarrollar coches eléctricos capaces de competir también en el segmento de la conducción autónoma. Pero seremos los mejores en fabricación, los más confiables pero también los más competitivos en la relación precio/rendimiento”. Ya hoy, según Barrons, Tesla tiene muy poco que aprender de Apple en términos de creación de valor, que también parecía ser dominio exclusivo de la electrónica de Silicon Valley: Las acciones de Tesla valen 13 veces los ingresos de 2020, los de Apple solo 3. Hace un año se invirtieron los papeles.

Pero de ninguna manera es seguro que el liderazgo sea un juego entre estadounidenses. De hecho, los asiáticos, gracias a la ventaja acumulada en las eliminatorias, cuentan con los mejores números. Y Europa, siguiendo a Alemania y Francia, ahora está dejando su huella. A estas alturas, llama la atención que este carísimo partido se juegue en un momento tan difícil, el más difícil.

 Analizando las tendencias del mercado, se observa que el automóvil pagó en 2020 junto con la industria aeronáutica, el precio más alto por la pandemia. Según las últimas estimaciones de IHS, en los últimos doce meses las ventas globales no han superado la cota de los 76 millones de coches, un descenso significativo (-16,3%) respecto al año pasado, en caída libre respecto a 2017, año de récords en ventas. alcanzó el pico de 94,3 millones de piezas, casi 20 millones más, demostrando que, más allá de la pandemia, el modelo tradicional de movilidad muestra signos de desgaste.

Aunque es difícil trazar una ley general en una situación tan complicada. En China, donde todo empezó en Wuhan, en el corazón de la industria del automóvil, las cadenas de montaje funcionan a toda máquina desde finales de la primavera, limitando la caída de la producción al 5%. El mercado estadounidense también estaba en números rojos: un 16%, mejor que en 2008/09, cuando la caída fue el doble. ¿Y Europa? Menos 25% en promedio, pero a Italia le fue peor en los primeros once meses: -29%. Y no es difícil pronosticar que el próximo año no se volverá a los niveles de los años buenos. Pero el ambiente no es depresivo. Por varias razones, empezando por el hecho de que esta vez el sector no fue tomado desprevenido, al menos desde el punto de vista financiero. Pero, sobre todo, llegó la descarga eléctrica, las ventas prácticamente se duplicaron: más de un millón de coches en los primeros once meses frente a los 545 de 2019.  

Casi una sorpresa para el sector ya resignado a una salida en falso. Por el contrario Tesla, Zoe, Peugeot 208 a la espera del despegue del 500E no han traicionado las expectativas especialmente en aquellos mercados, como Francia y Alemania, que han disfrutado de incentivos limitados a la electricidad. Una elección que los gobiernos (incluido Italia, quizás) tendrán que seguir en los próximos años mientras esperan que el costo de las baterías disminuya, comenzando con las de litio. Una vez más es Elon Musk quien, como Henry Ford, ha prometido un Tesla por 25 dólares, quien dicta el momento de la revolución permanente. Porque la introducción del hidrógeno ya está sobre nosotros, en la que, entre otras cosas, ya están implicados CNH y Peugeot. En definitiva, la innovación está llamando a la puerta en el contexto de la revolución verde. Y nos enteraremos pronto, tan pronto como el próximo año.

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