El evento de exhibición, patrocinado por el Ministerio de Patrimonio Cultural y Actividades y Turismo y promovido y producido por el Municipio de Milán-Cultura, Palazzo Reale y Civita Mostre, estará abierto al público hasta el 26 de febrero de 2017 en los salones nobles de Palazzo Reale.
“Después del extraordinario adelanto de las pasadas fiestas navideñas, que ofreció al público la oportunidad de admirar la 'Adoración de los pastores' en el Palacio Marino, esta exposición ofrece una visión de Rubens con un amplio horizonte, capaz de contener en sí misma la parábola de desarrollo de su poética pasando por las influencias clásicas, la relación con el arte italiano, la relación con algunos de sus artistas contemporáneos conocidos durante sus estancias en nuestro país - declara el concejal de cultura Filippo Del Corno -. Un importante proyecto artístico para permitir a todos admirar de cerca la obra de un gran artista de todos los tiempos, pero también una operación cultural para redescubrir la centralidad de Italia en el desarrollo de la historia del arte".
Italia es fundamental para Rubens, así como Rubens para Italia: a él le debemos los primeros signos del nacimiento del Barroco que se extiende en altísimas expresiones en todas las regiones. Una influencia que todos los críticos reconocen y exaltan hasta el punto de que a Bernard Berenson le gusta llamarlo "un pintor italiano". Sus relaciones con Génova, Mantua, Venecia y su historia romana nos permiten reconstruir el hilo que lo une tan profundamente a la cultura italiana, que seguirá siendo la seña de identidad de toda su producción posterior.
Y este es precisamente el leitmotif de la exposición "Pietro Paolo Rubens y el nacimiento del Barroco": destacar las relaciones de Rubens con el arte antiguo y la estatuaria clásica y su atención a los grandes maestros del Renacimiento como Tintoretto y Correggio y sobre todo dar a conocer la extraordinaria influencia ejercida por el gran Maestro sobre los jóvenes artistas italianos, protagonistas del Barroco como Pietro da Cortona, Bernini, Lanfranco, hasta Luca Giordano.
Para hacer claro y lineal este complejo tema, Anna Lo Bianco, comisaria de la exposición, ha seleccionado un grupo de obras absolutamente ejemplares de estos temas, con comparaciones lo más evidentes posibles entre pinturas de Rubens, esculturas antiguas, obras de algunos grandes protagonistas del siglo XVI y de los artistas del barroco: un corpus de más de 70 obras, 40 de las cuales del gran maestro flamenco, reunidas gracias a préstamos internacionales de algunas de las colecciones más importantes del mundo como las del Museo Nacional del Prado, el Hermitage de San Petersburgo, la Gemäldegalerie de Berlín y el Príncipe de Liechtenstein, y en préstamos de numerosas colecciones italianas, incluida la
Galería Nacional de Arte Antiguo en Roma, los Museos Capitolinos, la Galería Borghese, la Galería Uffizi y la Galería Palatina en Florencia, el Museo del Palacio Ducal en Mantua, la Galería del Palacio Spinola en Génova, el Museo Arqueológico Nacional en Nápoles.
"Me gustaría que el encuentro con Rubens dejara una huella de su naturaleza radiante, del profundo amor por el arte y por la vida que lo distingue" es el deseo de Anna Lo Bianco, quien comisaria la exposición con el apoyo de un prestigioso grupo científico internacional. comité integrado por Eloisa Dodero, David Jaffé, Johann Kraeftner, Cecilia Paolini y Alejandro Vergara.
