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Argentina: default a la vista, pero la causa no es el Covid-19

Argentina vuelve a estar al borde de la bancarrota, no sabe cómo pagar su deuda externa y la pobreza ha llegado a niveles espantosos, pero la causa no es el Coronavirus

Argentina: default a la vista, pero la causa no es el Covid-19

De nada sirve sacar a relucir el Covid19 por otro default argentino, cuyo olor estaba en el aire desde hace tiempo, desde el otoño pasado, y por tanto mucho antes del estallido de la emergencia. Desde hace unos diez días, la propuesta del Gobierno sobre 65 millones de dólares de deuda externa, que incluye una moratoria de tres años y una reducción de la tasa promedio de 2,5% (entre 0,5 y 3,83%), enfrenta a tres grupos de acreedores, entre ellos:

  • una docena de importantes fondos mutuos representados por abogados de White&Case LLP;
  • un grupo de fondos y sociedades que representa el 16% del total;
  • el Comité de Acreedores de Argentina (CCA), integrado por compañías de seguros, fondos mutuos y administradoras de fondos globales.

Todas las partes rechazaron la propuesta, también por la ausencia de una estrategia económica a medio-largo plazo por parte del Gobierno y la ausencia de información financiera sensible, negada reiteradamente por las instituciones locales. La oferta vence el 10 de mayo y la activación del período de gracia de 30 días en el primer incumplimiento de pago de los cupones es un riesgo calculado. La enésima crisis cambiaria que azotó al país hace dos años obligó al expresidente Macrì a solicitar un préstamo de 57 mil millones de dólares al FMI.

En detalle, la oferta incluye cinco bonos en dólares y cinco en euros, con vencimientos entre 2030 y 2047, pero hay que decir que desde que asumió el cargo en octubre pasado, el presidente Fernández había instado al Fondo Monetario Internacional a renegociar el préstamo, luego de que el Banco Central El banco había gastado un tercio de las reservas para tratar de defender nuevamente el peso argentino bajo presión. Y la recesión, que se pronosticaba en un -2% este año, ha sufrido una revisión drástica por el impacto de los efectos del virus, triplicándose.

No debemos olvidar entonces la grave situacion social: la línea de pobreza pasó del 28,2 % en 2017 al 33,6 % en 2018, para luego llegar al 35,5 % en 2019. En muchas regiones se supera el nivel del 40 % y llega al 70 % entre los ancianos, que tienen un tercio de lo que necesitan para llegar a fin de mes. Esto se traduce en más de 16 millones de ciudadanos sin recursos suficientes para garantizar los bienes y servicios esenciales, y en tiempos de coronavirus la alerta alimentaria supera a la médica.

EL CHOQUE DE ARGENTINA DENTRO DEL MERCOSUR

Y por si la fuga de capitales no fuera suficiente, el país también sufre un desacuerdo interno recientemente reavivado sobre la participación activa en Mercosur, la zona de libre comercio de América del Sur que incluye, además de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela. , suspendido desde diciembre de 2016. De hecho, el enfrentamiento obligó a la ministra de Asuntos Exteriores y Comercio Internacional Solà a negar una fuga de Argentina, pues aunque Mercosur está negociando tratados de libre comercio con varios países (entre ellos Canadá, Corea del Sur, India y Singapur), se mantienen fuertes fricciones con la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) y la esperada firma con la Unión Europea sigue siendo muy debatida desde junio pasado. Actualmente, se ha definido "el acuerdo político en principio", pero la ratificación, luego de 20 años de negociaciones, aún parece suspendida debido no solo a las reticencias de Argentina, sino también y sobre todo de los agricultores europeos (alemanes a la cabeza). para implementar Opera. De hecho, el uso generalizado de pesticidas con explotación intensiva de la tierra (incluyendo granjas contaminantes, por ejemplo) va decididamente en contra de los principios del Pacto Verde Europeo, que ve a la agricultura como una de las fronteras más avanzadas para una renovación sostenible de las economías europeas. .

LA ENEMIGO ENTRE LOS MAPUCHES Y LOS BENETTON

Pero como lo demuestran los años de correspondencia entre el Premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel y el progenitor de la familia Benetton, el tema de la tierra en Sudamérica adquiere las facetas del periodismo de investigación. Las crónicas sociales describen años de errores en las políticas agrícolas al servicio de intereses particulares. Por ejemplo, las reivindicaciones de los pueblos indígenas mapuche desde hace más de 20 años sobre parte de las tierras compradas por la familia Benetton y representadas por la Compañía de Tierras Sud Argentino han atraído a lo largo de los años a activistas de todo el mundo. Estos se sumaron a las ocupaciones que se han alternado a lo largo de los años, hasta la muerte de uno de los mismos activistas, Santiago Maldonado, en 2017. Recién noticia, este caso arroja luz sobre la otra realidad que siempre ha caracterizado a los países sudamericanos, y esa es la explotación de la tierra entre terratenientes y colusión política, que ahora ven con el dedo apuntado al desvío del gobierno de Macrì.

Así, el 10 de mayo, el ultimátum a los acreedores del gobierno coincidirá con la reanudación de las actividades productivas y comerciales tras el "lockout" por el COVID19. Básicamente, el juego que está jugando el gobierno argentino a 6 meses de haber asumido es nuevamente una estrategia de corto plazo, con el objetivo de responder a las necesidades inmediatas de liquidez del sistema económico y bancario, que se han agudizado con el recrudecimiento de la recesión por a los costos sociales de la gestión de la emergencia provocada por la pandemia del Covid19. No se vislumbran planes de resolución de la deuda a largo plazo ni compromisos para avanzar hacia una situación virtuosa de superávit fiscal. En efecto, el plan publicado por el ministro de Economía Guzmán no destaca ninguna política programática para la sostenibilidad de la deuda, sino solo el eterno dilema argentino sobre cómo llevar a cabo una reestructuración de la deuda para mitigar una situación de default recurrente, sobre la cual la fortaleza del dólar solo exacerba una Fuga latinoamericana de carteras de inversión de larga data.

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