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Argentina: default a la vista, pero el gobierno "goza"

“La deuda ya no es sostenible”: este es el veredicto de la última misión del FMI a Buenos Aires, que sin embargo le ofrece al presidente Fernández una salida: recortar el valor de los bonos de los acreedores privados.

Argentina: default a la vista, pero el gobierno "goza"

Otro default más a la vista (sería el noveno) para Argentina, pero el Gobierno respira aliviado. Puede parecer una paradoja, pero la visita del FMI para evaluar las cuentas de la que fuera la segunda economía más grande de América del Sur dio una respuesta negativa ("La deuda ya no es sostenible y el superávit primario necesario para reducirla no es ni económica ni políticamente factible”, dijeron los emisarios de Washington), pero al mismo tiempo ofreció una salida al nuevo ejecutivo encabezado por Alberto Fernández (elegido en agosto pero asumió hace dos meses) y por su diputada y expresidenta Cristina Kirchner, quien entre otras cosas celebró este miércoles su 67 cumpleaños.

“Las palabras del Fondo son una muy buena señal para el Gobierno -dijo Casa Rosada en un comunicado-: es el resultado de lo que siempre hemos apoyado: transmitir certezas y, sobre todo, decir la verdad. Y es que la deuda es pagadera y que necesitamos ayuda para salir de esta situación”. La solución propuesta por el FMI, que socavaría aún más la credibilidad argentina, pero ayudaría a reducir significativamente la exposición a los bonos basura (hoy muy alta: Buenos Aires tiene que devolver 100 mil millones), es pedir un sacrificio precisamente a los tenedores de esos bonos, a los inversores privados extranjeros, a quienes se les podría pedir un "aporte importante" (recorte o no devolución de parte del valor de los bonos).

Fernández recoge así una victoria parcial, obtenida también gracias a la intensa actividad diplomática ejercida en las primeras semanas de su mandato, en particular a través de una larga misión en Europa donde se reunió con Emmanuel Macron y Angela Merkel (así como con el Papa Francisco). Entonces, mientras el expresidente Mauricio Macri, cuya "cura" fue en realidad un desastre, negó el problema, el nuevo gobierno peronista lo enfrentó de frente. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica y los fundamentos no muestran signos de mejora: la inflación sigue aumentando, El PIB ha perdido un 6% en los últimos dos años, la deuda ha llegado al 90% del PIB y la tasa de pobreza se ha disparado, al punto que en 2019 más de uno de cada tres argentinos se encontraba por debajo del umbral de la pobreza.

Por ahora, sin embargo, el la decisión se pospone para la próxima semana, cuando se decidirá sobre el destino de los bonos argentinos y sobre el posible enésimo default.

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