Mayday, mayday, las acciones de la aerolínea estadounidense están cayendo en picada. Los rumores sobre la posible quiebra de la compañía estadounidense empezaron a extenderse ayer y provocaron que sus acciones cayeran casi un 40% al mediodía en Wall Street. Según CNBC, la cotización de las acciones se suspendió siete veces y las acciones cerraron con una caída del 33%. Es la estocada más grande desde el ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Hoy se supone que el grupo entrará en breve en una fase de administración controlada. Pero la empresa lo ha negado. Andy Backover, director de comunicaciones, dijo que la hipótesis de "una reestructuración bajo la supervisión de un tribunal ciertamente no es nuestra meta ni nuestra opción preferida" y que necesitamos mejorar los resultados. Y de eso no hay dudas, ya que la deuda del Grupo ronda los 12 millones de dólares (casi 9 euros). Una suma aterradora si se compara con los 666 millones de su capitalización bursátil, que hasta hace dos días ascendía a 700 millones.
El riesgo de hundimiento del Grupo también parece asustar a los trabajadores: en los últimos dos meses más de 200 pilotos han pedido prejubilaciones para proteger sus fondos de pensiones de un posible crack. Sin embargo, la aerolínea dijo que estaba renegociando contratos con pilotos y asistentes de vuelo para reducir costos de 800 millones. Las acciones de American Airlines han bajado un 75% en lo que va del año.
