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Alien: Covenant, grandes colecciones en EEUU pero no te hace soñar

35 años después de la primera película, la nueva película de Ridley Scott deja muchas preguntas sin respuesta y los actores no son rival para Sigourney Weaver en ese momento. Así, la película parece marcar el tiempo en los temas del futuro y la ciencia ficción: solo queda esperar a algún nuevo visionario capaz de llenar el vacío.

Alien: Covenant, grandes colecciones en EEUU pero no te hace soñar

Era el año 1979 y apareció en las pantallas de cine el primer "Alienígena". El director, Ridley Scott, acababa de alcanzar cierta notoriedad con "Los duelistas", de 1977, y se disponía a abrir una nueva era de la ciencia ficción en la gran pantalla. 
 
Han pasado más de 35 años y, por desgracia, nos vemos obligados a admitir que los tiempos del espacio, de la fantasía cinematográfica, de la realidad no pueden coincidir y Scott nos ofrece una versión no tan actualizada de su primer trabajo sobre este tema. El primer "Alien" llega más de diez años después de la obra maestra de Stanley Kubrick "2001 A Space Odyssey", donde los dilemas antropológicos y existenciales entre el hombre y las máquinas se volvieron a proponer dramáticamente. En “Alien: Pacto” la discusión se reanuda con la escena inicial donde un humano y un androide –David– se cuestionan sobre su naturaleza: “Sé que tú me creaste. Pero no sé quién te hizo". Un debate que engloba toda la película, siempre con el ordenador de a bordo "madre" que controla el mando de la nave espacial, y permite que la narración fluya de lleno en esta corriente sin llegar al fondo de ella, suponiendo que sea posible en el 120 minutos de visionado. La película aún deja muchas preguntas sin respuesta mientras nos alejamos de los actores de esta película que no se parecen ni remotamente a la recién llegada de 1979, Sigourney Weaver. 

“Alien: Covenant” es de hecho la tercera película de la exitosa serie firmada por el director inglés. Después "Prometeo alienígena" de 2012, que ocupa una parte del título pero poco de la historia anterior, era razonable esperar un desfase creativo y productivo de otro nivel. En cambio, ya desde los primeros compases de esta última obra nos vemos obligados a cambiar de opinión y surge de inmediato la sensación de lo ya visto.  

En primer lugar, los temas centrales: un largo viaje al espacio en busca de una nueva tierra para colonizar, luego la dimensión de la catástrofe inminente y finalmente el horroroso y amenazante desconocido en forma de extraterrestre, todo ello enriquecido por el hombre y su doble tecnológico que , al igual que su mencionada película de 1977, continúan un duelo interminable. La odisea espacial del hombre real acaba de comenzar y, en todo caso, esta película expone en toda su realidad banal y dramática cuánto nos separa aún del futuro cercano. 

Con este "Alien: Covenant" estamos, de hecho, lidiando con la misma dinámica narrativa y, a veces, tienes la sensación de ver los mismos fragmentos de escenografía utilizados en el primer Alien. Sin embargo, el público en Estados Unidos lo premió con recibos mientras parece que en nuestro país no goza de mejor suerte. La convulsión visual de los efectos especiales ya nos tiene acostumbrados a visiones muy diferentes y ya no basta con volver a proponer un esquema ganador en el pasado pero, quizás, menos bueno en el presente y menos aún en el futuro. La ciencia ficción en el cine marca el tiempo y para ver algo nuevo nos vemos obligados a esperar nuevos visionarios.

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