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Air France experimenta con biocombustibles en un vuelo de prueba entre París Orly y Toulouse

La compañía francesa ha experimentado con un combustible ecológico en el vuelo regular entre la capital y Toulouse: se reducen a la mitad las emisiones de CO2. También estudió otros trucos: desde aligerar el avión hasta optimizar trayectorias. Se ha presentado un proyecto a Europa: 20 millones de euros para invertir en la revolución "verde" del tráfico aéreo

Air France experimenta con biocombustibles en un vuelo de prueba entre París Orly y Toulouse

Air France lanza su campaña de protección del medio ambiente y lleva a cabo la primera prueba de un vuelo comercial con combustible “verde”. El experimento tuvo lugar ayer en Vuelo AF6129 que conecta París-Orly con Toulouse, realizado con un biocombustible que reduce a la mitad las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Lufthansa, KLM y Aeroméxico ya habían realizado operaciones similares, pero los resultados nunca habían sido tan significativos. Pero, ¿cómo lo hizo Air France? La empresa francesa no se ha limitado al uso de biocombustibles. De hecho, para lograr la reducción del 50% de CO2 en comparación con un vuelo tradicional, fue necesario jugar con otros recursos.

En primer lugar, Air France ha aligeró el peso de su avión, y luego instruyó a sus pilotos un elegir trayectorias optimizadas para no gastar combustible en maniobras inútiles. En este sentido, también está en marcha un proyecto europeo, denominado Cesar, para reordenar el tráfico aéreo y las trayectorias en particular. Pero para lograrlo, Se necesitan 20 millones de euros de inversión. Francia, mientras tanto, sin embargo, ha avanzado.

Además del peso de la aeronave y las trayectorias, obviamente la elección del biocombustible también influye significativamente, en este caso proporcionado por SkyNRG, subsidiaria de KLM. Bertand Lebel, director general del holding Air France-KLM está encantado: "Es un proyecto pedagógico y de sensibilización antes que industrial", explica Lebel, que sin embargo no oculta el ostracismo por parte de los proveedores de queroseno en la cara. de esta revolución cultural, que difícilmente será aceptada por las grandes empresas mundiales. “Obtuvimos la colaboración de Airbus para suministrar a la aeronave este nuevo combustible solo porque estábamos en Toulouse, en París esto no hubiera sido posible”.

Otra pregunta, el origen del biocombustible: la mitad del utilizado en el experimento de vuelo provino del reciclaje de aceites usado. Sin embargo, la empresa prefiere evitar el uso de combustibles derivados de la agricultura. “No queremos que el bioqueroseno compita con el sector agroalimentario”, explica Lebel. Mientras tanto, Air France ya está pensando en la autoproducción: quiere abrir una fábrica de combustible ecológico en la región del Mosa utilizando residuos forestales.

Sin embargo, la empresa francesa todavía está lejos de plantear una hipótesis de difusión a corto plazo de esta nueva solución: "En el mejor de los casos, estaremos capaz de usar biocombustible de forma regular no antes de 2020".

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