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Agricultura sostenible: llega el prototipo para regar campos con aguas residuales de Hera y Enea

El proyecto de Hera y Enea ha puesto de manifiesto el alto potencial de la reutilización de aguas residuales depuradas con fines de fertirrigación mediante la explotación de tecnologías y materiales inteligentes

Agricultura sostenible: llega el prototipo para regar campos con aguas residuales de Hera y Enea

En la era de cambio climático, la transición del sector agrícola es un reto tan urgente como complejo, ya que contempla no solo la contención de las emisiones involucradas en los distintos procesos que afectan al sector (tanto directa como indirectamente) sino también la reducción de su enorme caudal hídrico. consumo. Para acelerar la agricultura sostenible, Hera ha desarrollado -en colaboración con Enea, la Universidad de Bolonia e Irritec- un prototipo tecnológicamente avanzado capaz de depurar aguas residuales para poder utilizarlas para regar y fertilizar los campos cultivados, con beneficios en términos de mayor disponibilidad de agua, aporte de nutrientes, reducción de fertilizantes químicos, sostenibilidad ambiental y calidad de la cadena de depuración.

La innovación forma parte del proyecto Value CE-IN, financiado por la Región Emilia-Romaña y el Fondo de Desarrollo y Cohesión, presentado con motivo del Día Mundial del Agua que se celebra cada año el 22 de marzo.

Agricultura sostenible: el proyecto de Hera contra la sequía

Según estudios recientes, en nuestro país las extracciones per cápita de agua dulce para uso agrícola representan alrededor del 50% del requerimiento total de agua. Además, los fenómenos cada vez más frecuentes de escasez de agua debido al cambio climático ponen en grave riesgo a más de un tercio de la producción agrícola nacional, con daños en la cantidad y calidad de las cosechas, que pueden estimarse en promedio en el orden de los mil millones de euros al año. El proyecto de Hera Group pretende actuar como catalizador de acuerdos entre instituciones y empresas de la cadena de suministro para implantar estas prácticas a escala real.

En detalle, el prototipo de demostración se construyó en la planta de purificación del Grupo Hera en via Calcinaro en Cesena y se probó en un campo experimental con 120 cultivos, de los cuales 66 melocotoneros y 54 tomates industriales. Los resultados recogidos tras la fase experimental confirman la calidad del agua depurada para fines agrícolas.

De momento, los resultados de la investigación industrial destacan la viabilidad de prácticas de economía circular y simbiosis industrial que favorezcan la conversión de las depuradoras en auténticas biorrefinerías de las que recuperar el recurso hídrico primario, productos secundarios de alto valor añadido, como y fertilizantes capaces garantizar el suministro de nutrientes, incluidos nitrógeno, fósforo y potasio, y reducir el uso de fertilizantes químicos sintéticos.

“La depuradora de Cesena representa un ejemplo concreto de economía circular en el ciclo del agua, tanto en términos de una posibilidad tangible y segura de reutilizar las aguas residuales depuradas con fines agrícolas, como de valorización y recuperación de productos secundarios de la depuración de los lodos”, afirmó. dicho Susana Zucchelli, Director de Agua del Grupo Hera.

“Los resultados obtenidos dentro del proyecto podrían apoyar la aplicación del esquema prototipo a todas las plantas de purificación y la difusión de prácticas de reutilización en beneficio de todos los actores de la cadena de suministro”, subrayó el coordinador del proyecto. luis petta, responsable del Laboratorio de Tecnologías de Enea para el uso y la gestión eficiente del agua y los residuos.

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