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Agcom, Calabrò lega una Autoridad que deberá establecer las nuevas reglas de la Red

El presidente de Agcom lega una Autoridad fuerte e independiente que afronta dos retos que se sitúan en el horizonte de la Agenda Digital para Europa: el desarrollo de las NGN y las reglas necesarias para hacer de la Red un factor de crecimiento económico en términos de nuevos servicios y ingresos para todos los jugadores.

Con el informe de hoy del presidente Calabrò, finaliza el curso del segundo Consejo en la historia de la Autoridad italiana destinado a proteger la competencia en el mercado de las comunicaciones. Un momento importante, no sólo para el lugar donde se pronunció el discurso (la Cámara de Diputados) y para el público que asistió (los máximos exponentes del mundo político y los altos directivos de los principales operadores de telecomunicaciones y TV, así como de los grandes players del mundo de los contenidos digitales), pero sobre todo porque fue una oportunidad para rastrear el legado y los retos que tendrá que asumir la próxima Autoridad.

Calabrò no deja de dedicar su atención también a la "administración ordinaria", respecto de la que reivindica los aciertos de una Autoridad que supo asegurar una "contribución antiinflacionaria de los servicios de telecomunicaciones", tuvo que afrontar la delicada tarea de garantizar el pluralismo televisivo en un momento políticamente tan delicado como el de los últimos meses y ha conseguido iniciar un proceso de racionalización del espectro de frecuencias con la licitación que tendrá lugar el próximo trimestre.

El marco del legado de este Consejo AGCom y las perspectivas en las que deberá moverse el próximo están todos en el horizonte de desarrollo trazado por la Agenda Digital para Europa: para 2020, el 50 % de los hogares europeos (e italianos) deberán tener una suscripción “a internet con conexiones superiores a 100 Mbps”. Un objetivo importante, según varios comentaristas, casi utópico, que vuelve a poner a Internet en el centro del debate.

El presidente Calabrò y todo este Consejo han aceptado y de hecho han relanzado hoy dos retos: por un lado, el desarrollo de redes de comunicación de nueva generación (las llamadas NGN, infraestructuras de fibra óptica con capacidades de conexión muy superiores al ADSL actual) y, por el otro, la definición de las reglas necesarias para que Internet se convierta en un factor de desarrollo económico en términos de nuevos servicios e ingresos para todos los actores.

Calabrò reivindica el camino recorrido por su Autoridad, la consulta pública concluida hace unas semanas y la iniciada hace unos días, con la que elAGCom quiere trazar el marco regulatorio de la nueva red de fibra óptica. Es un ejercicio difícil, el de la Autoridad, que se mueve sobre una delgada arista: por un lado la necesidad de garantizar reglas que eviten el riesgo de una nueva monopolización del mercado, por otro el de crear las condiciones que exista un incentivo para invertir. La decisión final de la Autoridad se espera para las próximas semanas y ciertamente no será fácil encontrar un resumen. Calabrò deja al futuro Ayuntamiento la tarea de definir e implementar este marco normativo con medidas capaces de acompañar el desarrollo de la nueva red.

“Servicios over-the-top, software en la nube, nuevas aplicaciones, realidad virtual, internet de las cosas: el escenario digital que se abre ante nosotros, ya hoy técnicamente factible, no tiene fronteras”, explica Calabrò. La neutralidad de la red y la protección de los derechos de autor han sido y serán dos faros de referencia para la actuación de AGCom, teniendo en cuenta que “la ciudadanía digital parece representar la extensión natural de la ciudadanía tradicional”. Una vez más la tarea no es fácil, es necesario encontrar la síntesis entre intereses legítimos pero contrapuestos. “Sobre la neutralidad de la red, es fundamental encontrar una solución que salvaguarde el interés por invertir en la Red, sin desequilibrar demasiado el centro de gravedad económico a favor de las empresas over-the-top”. Igualmente espinosa es la regulación de los derechos de autor, para lo cual la nueva Autoridad necesitará una intervención del Parlamento que atribuya a AGCom "poderes de intervención más definidos".

El valor de la independencia de las Autoridades reguladoras que comenta el Presidente es el verdadero legado de esta Autoridad y en realidad nos parece un verdadero aviso para la política, que en poco menos de un año estará llamada a renovar la Autoridad.

Es condición indispensable "preservar un árbitro capaz, autorizado e independiente" porque, sencillamente, la "definición y aplicación de las reglas para el buen funcionamiento de los mercados trasciende a la mayoría política del momento".

Laura Rovizzi
www.opengateitalia.es

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