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Acero, se levanta el telón sobre la Ilva de Taranto

Los juegos para la adquisición de la planta siderúrgica más grande de Europa están en marcha y Marcegaglia, Mittal-Arcelor, CDP, Del Vecchio, Arvedi y quizás los actores asiáticos se presentan, pero ¿se invertirá finalmente más capital privado o público? Mientras tanto en Brescia la agonía de Stefana termina con algunas dudas sobre el precio de las instalaciones

Acero, se levanta el telón sobre la Ilva de Taranto

Las ofertas vinculantes para la adquisición de la planta siderúrgica más grande de Europa deben presentarse a los comisionados de Ilva en Taranto antes del 30 de mayo. A pesar de las limitaciones y peligros pendientes de carácter legal y la espada de Damocles de nuevas iniciativas del Poder Judicial de Taranto, se esperan con confianza las solicitudes de algunos operadores internacionales. El Grupo Marcegaglia, sobre todo, en alianza con el gigante indio Mittal-Arcelor que con Taranto consigue conquistar el monopolio indiscutible del acero en toda Europa. Los mantuanos serían aliados y clientes ya que los Marcegaglia siempre han sido transformadores y usuarios de bobinas sin haber producido nunca un kilo de acero.

Con ellos, el rumor es insistente de que Cassa Depositi e Prestiti sería el garante y accionista de capital en la revitalización y rehabilitación de la gran planta de Apulia. Dinero público que estaría justificado por la vigilancia malhumorada de la Comisión Europea (y de Alemania) como dirigido a la reestructuración y política de rehabilitación ambiental y ecológica del sitio. ¿Cuánto de los 2,3 millones de euros que se estiman necesarios para hacer frente a la operación industrial saldrá de las arcas públicas? ¿Cuánto capital fresco inyectarán los particulares en la nueva ILVA? ¿O, como se rumorea en círculos ministeriales, los dos industriales se presentarán con aportes empresariales o con servicios al mercado a través de sinergias y estructuras logísticas? Veremos los pasos oficiales en los próximos días.

La voluntad de Leonardo Del Vecchio de poner importantes capitales frescos sobre la mesa de Tarento sorprende (y sorprende) si un actor siderúrgico internacional se sienta a su lado junto al ya potencial accionista Giovanni Arvedi que posee tecnología consolidada en plantas para bobinas de horno eléctrico menos invasivo que el de voladura hornos y el ciclo integral. Una solución que podría complementar los altos hornos restantes tras el cierre definitivo de los dos más contaminantes y más antiguos. El paso del empresario de gafas no puede juzgarse como una ilusión o un deseo patriótico.

Es la señal de que en sus relaciones internacionales Leonardo Del Vecchio ha encontrado intereses concretos en la operación. ¿Los chinos buscan explotar los mercados europeos y mediterráneos con una presencia de producción capaz de evitar el dumping en las exportaciones o la hostilidad política de las industrias mecánicas y automotrices europeas hambrientas de acero generalizadas? ¿Indios como Jindal o Tata que siempre han sido competidores de Mittal? ¿O, como parece más realista, la apuesta de los coreanos de Posco, grandes productores de acero y tecnologías del sector? Veremos.

Mientras tanto en Brescia en la que fue capital del tondino, la agonía de Stefana en liquidación está al final, tras haber acumulado deudas por 300 millones de euros y no haber podido sobrevivir a la segunda generación de hijos y yernos. El gran sitio de Ospitaletto (alrededor de un millón de m2) fue adjudicado por Esselunga, que lo transformará en el mayor centro logístico del Norte.

El tren de laminación Nave para pequeños perfiles pasó a manos de Feralpi de Giuseppe Pasini por una suma muy elevada (10 millones de euros) considerada absurda en los círculos empresariales y alejada de cualquier valoración de las antiguas plantas. La acería de Montirone parece haber sido reservada por Alfa Acciai con una oferta de 1 millón de euros. Una suma que difiere mucho de la valoración del experto pero que viene acompañada y respaldada por la credibilidad industrial y una trayectoria empresarial que vio de inmediato a los sindicatos, trabajadores y opinión pública como aliados.

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