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SUCEDIÓ HOY – La masacre de Bolonia de 80 aún espera plena luz

La bomba que explotó en la estación de Bolonia a las 10 horas del 25 de agosto de 2 provocó 1980 muertos y más de 85 heridos pero después de tantos aún no hay una certeza absoluta sobre los instigadores y autores de una masacre inolvidable

SUCEDIÓ HOY – La masacre de Bolonia de 80 aún espera plena luz

El 2 de agosto es un aniversario trágico en la historia de Italia. En 1980 un artefacto explosivo colocado en una maleta en la sala de espera de segunda clase arrasó con todo el ala oeste de la estación de Bolonia provocando 85 muertos y más de 200 heridos y discapacitados. La conmemoración de ese acontecimiento se ha convertido en una obligación moral para la ciudad y sus instituciones. Todos los años, después de la reunión, reservada a las autoridades, tiene lugar una manifestación en el Ayuntamiento, en el marco del Palazzo d'Accursio, que llega puntualmente a la plaza de la estación unos minutos antes de la a las 10,25 en punto (la hora de la explosión de la bomba) el sonido anhelante de una sirena inicia los discursos.

Suelen hablar el alcalde, el representante del gobierno y el ahora histórico presidente de la Asociación de Familiares de Víctimas, Paolo Bolognesi. Desde hace algunos años, el representante del gobierno (generalmente una ministra, hoy Marta Cartabia, recién salida del éxito de la reforma de la justicia) interviene sólo en la ceremonia en el ayuntamiento para evitar disputas. En los últimos años sucedió que el ministro encargado Gianluca Galletti también fue cuestionado en el Palazzo d'Accursio por la delegación de las familias de las víctimas debido a conflictos con las instituciones de seguridad social sobre el tema de la indemnización.

La masacre dio lugar a una serie de procesos que aún no han terminado. En 1995, el Tribunal de Casación dictó sentencia definitiva para el matrimonio de extrema derecha Fioravanti-Mambro, que siempre negó la acusación aunque admitió haber participado en otros asesinatos. Actualmente En el nuevo juicio por la masacre del 2 de agosto, el principal imputado es Pablo Bellini, ex exponente de Avanguardia Nazionale, considerado por la Fiscalía General entre los autores del atentado que actuó como un 'quinto hombre' en competencia con el ex Nar Valerio Fioravanti, francesca mambro e Luigi Ciavardini (finalmente condenado) y con gilberto cavallini (condenado en primera instancia), el ''quinto hombre'', fue reconocido por su exesposa en una foto tomada entonces.

La historia, sin embargo, dio lugar a muchas interpretaciones sobre el motivo y sobre los principales, aun cuando el Logia P2 y protagonistas ahora todos fallecidos. De hecho, cuando estaban muertos fueron acusados Licio Gelli, Venerable Maestro de la Logia Masónica P2 e Umberto Ortolani como principales-financiadores; el exjefe de la oficina de Asuntos Reservados del Ministerio del Interior Federico Umberto D´Amato indicado como organizador principal; Mario Tedeschi, director de la revista "Il Borghese" y exsenador del MSI considerado organizador por haber asistido a D'Amato en la gestión mediática de la masacre - preparatoria y posterior - así como en la actividad de equivocadodía de las investigaciones.

Me he preguntado repetidamente por qué nunca se le ha dado a la publicación del ensayo la importancia que merece''Los secretos de Bolonia. La verdad sobre el acto terrorista más grave de la historia de Italia'', escrito por rosario priore con Valerio Cutonilli y publicado por Chiarelettere (2018). Rosario Priore fue una de las magistradas más comprometidas en las investigaciones de los episodios más graves del terrorismo: desde Ustica, pasando por el caso Moro, hasta el atentado contra el Papa Juan Pablo II. Priore, en el ensayo, reconstruyó los antecedentes y el escenario de la masacre del 2 de agosto de 1980 en la estación de Bolonia, atribuyendo - en palabras – la responsabilidad ante el extremismo palestino, y acreditando la versión de los hechos (que conducen) que había sido archivada.

Rosario Priore también recordó (revelando otro posible motivo) que la misma mañana del 2 de agosto de 1980, mientras volaban un ala entera de la estación de Bolonia, el subsecretario de Asuntos Exteriores del gobierno de Cossiga, Giuseppe Zamberletti, firmaba un tratado en Malta hostil de la Libia de Gaddafi. Para el escritor, tras aquella lectura, las dudas se tornaron aún más justificadas y legítimas: un ex magistrado de la competencia, experiencia y seriedad de Priore (quien, para esclarecer los hechos, consiguió incluso la recuperación -de los fondos marinos- de los restos del el avión que explotó/cayó/tiró abajo en el mar en Ustica) no habría puesto su rostro en el informe detallado y documentado de un posible desvío en sentido contrario al de las investigaciones oficiales.

Como si el llamado servicios desviados -de quien tanto se ha hablado- había querido desviar las investigaciones lo más lejos posible de esa pista que nunca ha convencido a los investigadores. Al fin y al cabo, una “masacre fascista” era “políticamente correcta” y no acarreaba consecuencias de carácter internacional en un nido de víboras como Oriente Medio. Allá Masacre de Ustica había tenido lugar unas semanas antes, el 27 de junio de ese maldito año.

Incluso en ese caso da la impresión de que terminó prevaleciendo una narración políticamente correcta, consistente con ciertos teoremas políticos, más que con la verdad judicial. La idea de que el Fokker había sido derribado por error en un combate aéreo (¡fuera de la OTAN por Italia!) y no por una bomba colocada en el retrete por el extremismo palestino con la ''manita'' de Libia, correspondía a los cánones políticos de entonces. casi fuera de discusión. 

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