La confianza de los consumidores italianos decae cada vez más. En julio, el índice calculado por Istat cayó a 103,7 puntos desde los 105,8 de junio. "La disminución - explica el instituto de estadística - se debe en particular al empeoramiento del clima futuro y de la situación económica, cuyos indicadores bajan, respectivamente, de 93,6 a 87,9 y de 78,3 a 75,1. El clima personal también empeoró, bajó de 120,1 a 118,8". Por otro lado, “mejoran las opiniones relativas a la situación actual, pasando el índice de 116,2 a 117,1”.
Agravan sobre todo “las previsiones a corto plazo sobre la situación económica del país y de las familias, sobre la evolución del mercado laboral y sobre las oportunidades de ahorro. Las valoraciones sobre la situación económica actual de Italia y de la propia familia se mantienen estables, mientras que mejoran las valoraciones sobre la conveniencia actual de ahorrar”. En cuanto a los bienes duraderos, “empeoran tanto los juicios sobre la conveniencia de la compra inmediata como las expectativas a corto plazo. A partir de las habituales preguntas trimestrales, las intenciones de compra empeoran para todas las categorías de gasto tratadas (coche, vivienda y gastos de mantenimiento).
Los balances de las valoraciones sobre la dinámica de los precios al consumidor “marcan un descenso moderado, mientras que las previsiones sobre la evolución de la inflación muestran un alza. La confianza empeora, aunque con distintos grados de intensidad, en el Centro-Sur y en el Noroeste, mientras que mejora en las regiones del Nordeste”.
