Es opinión común que los mejores Gobernadores del Banco de Italia en el último medio siglo han sido cuatro: guido carli, Paolo Baffi, Carlo Azeglio Ciampi e Mario Draghi. Su competencia técnica es indiscutible pero sobre todo su orgullo y determinación en defender la autonomía del Banco Central de todo y de todos y del Gobierno en primer lugar. Memorable fue el ataque contra las "archicofradías del poder" que Guido Carli lanzó en sus Consideraciones finales en una asamblea de participantes del banco central a principios de los años setenta.
El nuevo Gobernador del Banco de Italia, fabio panetta, que hoy asume la dirección del instituto en via Nazionale, ¿se inspirará en las lecciones de sus cuatro grandes predecesores? Y sabrá mantenerse alejado del dirigismo bancario autárquico y del sectarismo de otro Gobernador como antonio facio (a quien Panetta era muy fiel) que acabó enamorándose de banqueros muy poco fiables como el entonces jefe de Popolare di Lodi, giampiero fiorani? Pero, sobre todo, Panetta, que posee una experiencia técnica indiscutible, podrá mantener en alto la bandera de la autonomía de la vía Nazionale ante el Gobierno. Melones? Para el nuevo Gobernador, la verdadera prueba será precisamente ésta.
Carli, Baffi, Ciampi y Draghi eran gobernadores autorizados también porque eran independientes: ¿y Panetta?
Carli, Baffi, Ciampi, Draghi y, por último, Ignazio Visco que abandonaron ayer vía Nazionale, eran Gobernadores autorizados también porque eran independientes del poder político. Por el contrario, un Gobernador demasiado amigable con el Gobierno y el Primer Ministro perdería credibilidad a pesar de su competencia técnica. La duda de estas horas es legítima porque no es ningún misterio que Panetta siempre ha cultivado simpatías políticas por la derecha y no es ningún misterio que para el primer ministro Meloni fue la primera opción como ministro de Economía del nuevo gobierno de centroderecha. Pero Panetta es un hombre de mundo y es probable que no caiga en la trampa. Nadie se contentará con simples declaraciones de principios, pero será en cuestiones concretas de política económica donde la opinión pública y los mercados financieros pondrán a prueba a Fabio Panetta. Especialmente en tres puntos: crecimiento, deuda pública y pertenencia al MEDE.
¿Meloni domará a Panetta o el gobernador persuadirá al primer ministro?
Sobre el crecimiento que corre el riesgo de volver a reducirse, tras los dos felices años del Gobierno Draghi (+12% en 2021-2022), al nivel de un prefijo telefónico, el nuevo Gobernador podrá presionar al Gobierno sobre las reformas y sobre la ¿activación total del Pnrr en funcionamiento de una recuperación de las inversiones? Pero se espera que el nuevo Gobernador enfrente la prueba de fuego en la relación deuda/PIB. Es el terreno en el que los mercados financieros, las agencias de calificación y los fondos de inversión internacionales examinan a Italia con mayor perplejidad. En el Nadef, el Gobierno plantea la hipótesis de una reducción de la deuda puramente marginal con una disminución del ratio corriente deuda/PIB de más de 140 puntos porcentuales a sólo el 139,6% en tres años. Éste es el punto más débil de la maniobra presupuestaria y de la persuasión moral del nuevo Gobernador del Banco de Italia para inducir al Gobierno a hacer más; se agradecería mucho más. Lo mismo ocurre con el MEDE, porque el hecho de que Italia no se haya unido a él clama venganza. Puede ser que Meloni y sus ministros, considerando al nuevo gobernador uno de su bando, le escuchen. Pero Panetta tendrá que mantener la espalda recta, incluso a costa de asumir posiciones incómodas cuando sea necesario. Al final, ¿Meloni domará a Panetta o el gobernador reorientará al primer ministro? Buen desafío. Pronto entenderemos cómo será realmente.