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8 DE MARZO - Virginia Woolf, símbolo de la literatura "Mujer"

Periodistas, escritoras, poetas: mujeres que han elegido la parte "activa" de la escritura. Un homenaje a una mujer que supo denunciar la condición femenina a través del pensamiento y de su gran capacidad de escritura, su única pasión.

8 DE MARZO - Virginia Woolf, símbolo de la literatura "Mujer"

¿Mujer en la literatura? Si pensamos que solo en los primeros años del siglo XX las mujeres no podían acceder a las librerías si no iban acompañadas de un hombre, bien podemos decir que se ha avanzado un poco. Hoy en día, las mujeres ocupadas que escriben son un recurso más valioso. Del periodismo informativo a la no ficción, un mundo de pensamientos narrados que entran con gracia en la historia de la literatura, una sensibilidad diferente que es inherente al alma femenina. 

Un homenaje a este Día de la Mujer definitivamente va para Virginia Woolf (Londres, 1882 - Lewes, 1941), escritora, ensayista y activista británica del movimiento político "fabianismo" que fue sin duda la precursora de la presencia femenina en el mundo de la cultura. Militante de este pensamiento, escribió dos importantes ensayos al respecto, "Una habitación para ti solo"Y"las tres guineas”, denunciando cómo la condición femenina era reprimida por la cultura masculina dominante de la época. Pero también "Orlando", una biografía imaginaria de un personaje andrógino; el libro es en realidad un poema dirigido a su amiga, la escritora Vita Sackville-West. Su “Obra” es una declaración de la total ausencia de la mujer en el panorama literario de su tiempo manifestada en cada uno de sus escritos; no es casualidad que sus ensayos, alimentados por una sutil polémica, figuren entre los grandes textos fundacionales del feminismo.
En 1917, con su marido, el periodista socialista Leonard Woolf, fundó la editorial independiente: Prensa Hogarth, con una política editorial dirigida a escritores de nueva generación, poco conocidos o muchas veces no traducidos. El catálogo de Hogarth Press incluye obras, entre otras, como las de Katherine Mansfield, Freud, Rilke, Svevo, Dostoevsky, Chekhov, Tolstoy.

La inteligencia, la sensibilidad y la propensión literaria la llevaron a expresarse y escribir luchando entre estados de amor y odio hacia la vida. Un ejemplo de fragilidad y sólida capacidad literaria que para ella representa una razón de vida y un impulso de morir. La enfermedad la lleva a optar por el abandono, negando así su única pasión: escribir.  

Si la vida tiene un fundamento sobre el cual se apoya, entonces la mía, sin duda, se apoya en esta memoria. Eso de estar medio dormido
y medio despierto, en la cama de la guardería de St. Ives, para oír romper las olas, una, dos, una, dos, detrás de la cortina amarilla. Oír la cortina deslizar su pequeña borla de bellota por el suelo mientras la mueve el viento. Y acostarme y escuchar el rocío y ver la luz y pensar: parece imposible que yo esté aquí…” (Virginia Woolf – imágenes del pasado en Momentos de ser)

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