Etapa para Mikal Landa, maillot rojo para Fabio Aru. Los Pirineos dieron la vuelta a la clasificación de la Vuelta, cosechando víctimas ilustres y poniendo en órbita a la dupla Astana que en el Giro luchó por la victoria desde Alberto Contador hasta el último. Era previsible que en los 138 km de etapa en las montañas que rodean Andorra, cinco Gpm con la última ascensión en Cortals d'Encamp, la selección hubiera sido dura, muy dura. Pero nadie podría haber imaginado a Chris Froome desplomándose, víctima de una caída en el descenso del primer collado, cabalgando valientemente hasta la meta, alcanzada con dificultad con un retraso que prácticamente lo deja fuera de juego: más de 7 minutos de Aru y muchas dudas si continuar o no. Incluso Quintana, a causa de una fiebre que le acompaña desde hace unos días, no aguantó el cansancio en su terreno favorito. Menos brillante que de costumbre también el otro colíder de Movistar, Alejandro Valverde, que se estrelló cuando Aru esprintaba.
Hasta la mitad del penúltimo puerto, el Col de la Gallina con sus tremendos desniveles, el sardo se había mantenido en el grupo encabezado por los hombres del Sky que no forzaban el ritmo -había corredores fuera en la clasificación por delante en la escapada- en un intento de enmascarar las precarias condiciones del dolor de rodilla de Froome. El disparo de Aru desbarató el plan del Team Sky: el primero en perder las ruedas fue el propio Froome, pero Quintana, Valverde y Rodríguez también se habrían prescindido del susto que les provocó el Caballero de los Cuatro Moros. Sólo Purito, asistido por Dani Moreno, consiguió acotar el daño al acabar quinto a 1'59 de Landa ya 43” (descuento a favor del segundo incluido) de Aru. El español de Katusha se mantiene en la segunda posición de la clasificación, a 27” del italiano. Tercero, a los 30” está Dumoulin, el ex maillot rojo que junto al Chaves es la gran revelación de esta Vuelta. El holandés, que se defendió bien en los Pirineos llegando noveno junto al propio Chaves a 2'59” de Landa, especialista en las contrarreloj, tiene la contrarreloj de Burgos de su lado: si no se le adelanta en las próximas montañas sigue siendo un cliente muy incómodo para Aru y para los que quieren ganar esta Vuelta. Valverde, 13º a más de 3 minutos de Landa, se desliza hasta la sexta plaza de la clasificación general aunque la diferencia con el maillot rojo -1'56”- no es prohibitiva. Quintana lo hizo peor que él, ya que sufrió un retraso de 4'19” de Landa. El cóndor colombiano, bastante descorazonado, se mantiene entre los diez primeros, noveno, pero ya a más de 4 minutos de Aru.
Para el Astana, tras la tragicómica salida de Nibali de la Vuelta, un día para el recuerdo aunque la táctica adoptada en carrera por el conjunto kazajo planteó algunas perplejidades: uno se pregunta con qué ventaja en la clasificación volvería Aru hoy si Landa esperara en los últimos 4. km de la rampa final. No tanto por la bonificación de 10 segundos para el primero, porque merecía la victoria de etapa Landa, un grimpeur de primer nivel que además se ve favorecido por una clasificación inesperadamente desastrosa hasta el momento, sino por las sinergias positivas que se crean en pareja al ser capaz de confiar en un socio que da cambios regulares. Pero por lo que hemos visto en la meseta pirenaica, Aru aparece muy por encima de los demás. Si aún no es el maestro de la Vuelta, desde hoy es el candidato con más autoridad para ganarla. También Nibali, en su palmarés de grandes nombres en las grandes carreras por etapas, empezó en 2010 a acertar en la Vuelta antes de triunfar en el Giro y el Tour.
