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Vino y Made in Italy: operación de transparencia certificada con My Story

Simplemente enmarca la etiqueta con tu smartphone para saberlo todo sobre el vino, desde el racimo de uvas hasta la botella, y sobre la empresa y los datos no se pueden falsificar.

Vino y Made in Italy: operación de transparencia certificada con My Story

¿Cuándo fue embotellado este vino? ¿Cuántas botellas se produjeron? ¿Las fuentes de energía utilizadas para producirlo son renovables? ¿Qué premios ha recibido? La respuesta a todas estas preguntas ahora se puede encontrar simplemente enmarcando el código QR en la etiqueta con la cámara del teléfono inteligente. Como por arte de magia, aparecerá la historia del producto, desde el racimo de uvas hasta la botella, y de la empresa que hay detrás. La nueva solución propuesta por DNV GL, uno de los principales organismos de certificación a nivel mundial, se llama 'My Story' y utiliza la cadena de bloques pública VeChainThor para narrar la historia real del producto paso a paso. Una verdadera operación de transparencia, una especie de registro electrónico infalsificable, como si estuviera escrito en piedra, adoptado por ahora por tres pioneros: la bodega Ricci Curbastro en Franciacorta, Ruffino en Toscana y la bodega Torrevento en Puglia. Marcando el camino para la aplicación de 'My Story' al viñedo, no solo en Italia sino a nivel internacional, estas tres importantes marcas, presentes tanto en el mercado italiano como en el extranjero, han elegido tres de sus excelencias: Il Santella del Gröm Curtefranca Rosso DOC 2013 de la bodega Ricci Curbastro en Franciacorta; El Riserva Ducale Oro Chianti Classico Gran Selezione DOCG 2014 de la bodega Toscana Ruffino; Veritas Castel del Monte Bombino Nero Rosato DOCG 2017 de la bodega Apulia Torrevento. Estas primeras aplicaciones de 'My Story' se presentaron ayer en Roma en presencia de los propietarios de las tres bodegas y de Luca Crisciotti y Renato Grottala, respectivamente CEO y M&A y Digital Transformation Director de DNV GL Business Assurance. El objetivo del proyecto es tener reconocida la calidad del vino Made in Italy con denominación de origen y potenciar la primacía de las certificaciones y controles que marcan el trabajo en las bodegas italianas.

“Partimos de un producto icónico como el vino, que más que ningún otro es elegido por su historia: bodega, año de cosecha, método de elaboración marcan la diferencia para el consumidor. Sin embargo –especificó Grottala– es solo la primera aplicación de My Story. Están en marcha otros proyectos que involucran otras realidades de los sectores agroalimentario, de lujo, sanitario y de automoción, también destinados a implantar sistemas de incentivos, al consumo y a las empresas, que pretenden reducir, por ejemplo, la huella de carbono. A través de My Story y la digitalización de las cadenas de suministro, estamos convencidos de que podemos hacer una contribución significativa para mejorar el Made in Italy y proteger la autenticidad del producto". Entre los principales destinatarios de esta nueva aplicación, los gerentes de DNV ven a los 'Millennials' que más que otros eligen ya no en función de la marca sino de lo que realmente hay en un producto. Y en este sentido, My Story puede ser la llave ganadora para una empresa, dado que “en Italia –especifica Grottala– alrededor del 80% de lo que comemos no es cierto. No todos son fraudes, claro, pero, por ejemplo, hay quien dice que es un producto ecológico y en cambio no lo es, o que tiene un origen determinado y en cambio no lo tiene”.

“A menudo, nuestras excelencias DOC son imitadas en el extranjero –se quejó Sandro Sartor, director gerente de la bodega Ruffino– con etiquetas falsas. Tuve que defenderme en un tribunal federal de los EE. UU. por daños a la imagen causados ​​por un sitio que nos imitaba con la marca falsa de Rufino. Con esta aplicación queremos fortalecer la confianza en quienes eligen la calidad de la bebida italiana". ''El vino italiano -precisó el presidente y director general de Torrevento Francesco Liantonio- es el producto más controlado de la cadena agroalimentaria italiana y poder contarlo nos ayuda a dar un valor añadido a nuestra producción''. Una idea que comparte Riccardo Ricci Curbastro, director general de la empresa del mismo nombre: “Si el consumidor es consciente del esfuerzo que se está haciendo para sacar este producto al mercado, estará más inclinado a comprarlo y quizás a pagar unos pocos euros”. más''.

“La idea tiene como objetivo restaurar el valor – concluyó el CEO de DNV GL Business Assurance Crisciotti – al patrimonio vitivinícola italiano, destacando la historia de producción y la atención a la seguridad alimentaria. Una revolución en el mundo de la certificación para restaurar la confianza del consumidor y facilitar las elecciones de compra gracias a la información disponible de inmediato en su teléfono inteligente".

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