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Ubi Banca: el observatorio "Finanzas y Tercer Sector"

UBI Banca, con el apoyo científico de AICCON (Asociación Italiana para la Promoción de la Cultura de Cooperación y Sin Fines de Lucro), presenta la sexta edición del Observatorio UBI BANCA sobre "Finanzas y Tercer Sector", creado con el objetivo de seguimiento del estado y evolución de las necesidades financieras de los distintos sujetos que integran el Tercer Sector.

UBI Banca, con el apoyo científico de AICCON (Asociación Italiana para la Promoción de la Cultura de Cooperación y Sin Fines de Lucro), presenta la sexta edición del Observatorio UBI BANCA sobre "Finanzas y Tercer Sector", creado con el objetivo de seguimiento del estado y evolución de las necesidades financieras de los distintos sujetos que integran el Tercer Sector.

Por sexto año consecutivo continúa la observación de los principales tipos jurídicos de las entidades sin ánimo de lucro, emprendida en 2011 con el análisis anual sobre la cooperación social, al que se ha sumado a lo largo de los años el foco en las asociaciones (2012), en las fundaciones ( 2013), sobre empresas sociales con forma jurídica de Srl (2014) y sobre híbridos organizacionales con matriz cooperativa (2015).

La sexta edición de la encuesta, referente al año 2016, se realizó a través de un análisis muestral realizado mediante la administración de un cuestionario de encuesta dirigido respectivamente a los gerentes de 250 cooperativas sociales y consorcios de cooperativas sociales y 100 grandes asociaciones en términos de ingresos (superiores a 50 euros).

Según los datos más recientes (octubre de 2016, fuente: Unioncamere), existen 22.744 cooperativas sociales inscritas en el Registro Mercantil. El Registro de Cooperativas Sociales del Ministerio de Desarrollo Económico, por su parte, tiene el número 23.110 (febrero de 2017).

Las asociaciones italianas, por su parte, suman un total de 269.353 (Istat, IX Censo de Instituciones sin Fines de Lucro, datos relativos a 2011) y tienen un volumen de ingresos superior a los 31,6 millones de euros. Existen 50 asociaciones con ingresos superiores a 100 euros, de entre las cuales se seleccionaron las 46.128 entidades que componen la muestra del Observatorio, o sea el 17,1% del total de asociaciones, que en términos de ingresos representan el 91,0 % de los ingresos totales de la asociación.

El foco en las cooperativas sociales

La sexta edición del Observatorio UBI Banca sobre “Finanzas y el Tercer Sector” ofrece un panorama de la cooperación social italiana que destaca, por un lado, una reducción, respecto a la edición anterior del Observatorio, de las previsiones de estabilidad para 2017 en relaciones con el público (-2,4%) y, en general, un empeoramiento de las previsiones de ingresos por subvenciones, convenios, donaciones y relaciones con la Administración Pública (un descenso del -3,6% de las previsiones de crecimiento y un incremento del 6,8 % de las previsiones de disminución); por otro lado, una mejora en las previsiones de crecimiento (+1,6% respecto al año anterior) y estabilidad (+2,0% respecto a 2015) de los ingresos del mercado, confirmando una creciente orientación de la cooperación social hacia el mercado de pago a la vista formado por ciudadanos particulares para lograr su sostenibilidad económica.  

Por el lado de la demanda (cooperativas sociales), sobre todo existe una demanda del sistema bancario de servicios basados ​​en tecnologías digitales TIC y apoyo en términos de herramientas de recaudación de fondos. En comparación con el uso de servicios/herramientas puestos a disposición por parte de las entidades de crédito con las que tienen relación, más de 9 de cada 10 cooperativas sociales indican que han utilizado servicios digitales, mientras que con respecto a la solicitud de desarrollo de nuevas herramientas/servicios por parte de los bancos, la principal solicitud (más de 7 cooperativas de cada 10) se refiere al apoyo para la recaudación de fondos (+2,8% respecto al año anterior) que, de manera más general, puede leerse como una solicitud de apoyo en términos de habilidades financieras de las cuales a veces Tercera las organizaciones sectoriales no son totalmente dueñas. Las solicitudes de préstamos aumentaron en su conjunto (3,6% respecto a 2015, año en el que tanto las solicitudes de préstamos de apoyo a la actividad como las de inversión habían registrado una tendencia negativa). En concreto, el 23,6% (+2,4% respecto a 2015) de las cooperativas sociales declara haber utilizado financiación para inversiones en los últimos 12 meses.

Es interesante el punto de vista de la cooperación social observado con respecto al tema de las finanzas con impacto social: poco menos de 1 cooperativa de cada 4 afirma conocer estas herramientas, aunque este conocimiento está más ligado a una conciencia de su existencia, en lugar de una visión real del mecanismo de trabajo de estas herramientas. Entre los que afirman conocer las herramientas de financiación de impacto social, 7 de cada 10 afirma estar interesado en utilizar estas herramientas. Para implementar el uso de instrumentos financieros con impacto social, las cooperativas involucradas declaran que es necesario profundizar, además del conocimiento del propio instrumento, también los criterios utilizados para identificar los objetivos de impacto social, este último tema que hoy, con la reforma del tercer sector (ln 106/2016), es objeto de discusión tanto a nivel ministerial (con el relativo decreto de aplicación que deberá ejecutar lo previsto en el texto de la reforma) como en el seno de la mundo de la cooperación social, cada vez más orientado a comprender las herramientas y procesos destinados a evaluar el impacto social que generan.

Para el año en curso, las cooperativas sociales también esperan un aumento en sus necesidades financieras para inversiones (+11,2% respecto a la edición anterior). Entre los que planifican inversiones (60,4% de la muestra) la autofinanciación se confirma como la principal fuente de cobertura (40,9%, -6,4% respecto al año anterior) de las necesidades de desarrollo e inversión.

Por último, el 40,4% cree que es necesaria la constitución de un fondo de garantía específico para apoyar y aumentar la demanda de inversiones y por tanto las solicitudes de financiación; crece el porcentaje de quienes, por el contrario, creen que para el mismo fin es necesario ampliar la oferta de financiación especializada (21,2%, +8,4% respecto a 2015).

El foco en las asociaciones

La segunda parte de la XNUMXª ed. del Observatorio informa sobre las evidencias relativas a las asociaciones italianas, examinando las diferencias y similitudes existentes entre las asociaciones de promoción social (APS), las organizaciones voluntarias (ODV) y otras formas de asociaciones no reguladas por leyes especiales (como, por ejemplo, asociaciones culturales y lúdico), así como respecto al mundo de la cooperación social.

Las asociaciones, y en particular las organizaciones de voluntariado, se caracterizan principalmente por unas previsiones para 2017 de estabilidad en las relaciones con la Administración Pública y los ingresos relacionados. Las asociaciones de promoción social, por su parte, son los sujetos con mayor porcentaje (23,5%) en relación a la disminución de este tipo de ingresos. Por otro lado, la mayoría de las asociaciones encuestadas esperan no tener relaciones con el mercado y, en consecuencia, ningún ingreso, lo que confirma la naturaleza generalmente no comercial de las asociaciones italianas. Entre quienes esperan ingresos de mercado, sin embargo, hay un pronóstico de estabilidad sustancial en comparación con el año anterior. Del cruce de las previsiones de ingresos con las áreas de actividad, resulta que el sector “Actividades deportivas” es el que mejores previsiones de crecimiento presenta en ambos casos (25,0%), lo que confirma el dinamismo y crecimiento que ya están experimentando las asociaciones que operan en este contexto.

El grado de uso de los servicios ofrecidos por los bancos y el interés en términos de desarrollo de nuevas herramientas por parte de las asociaciones se corresponde con lo observado para el mundo de la cooperación social, aunque obviamente con diferentes porcentajes entre las dos formas jurídicas. También en este caso, de hecho, los servicios más utilizados son los digitales (92,0%; +0,4% respecto a la muestra de cooperativas sociales), mientras que la principal orientación en términos de innovación en la oferta bancaria va en la dirección del desarrollo. de herramientas de apoyo a la recaudación de fondos (84,0% frente al 74,6% de las cooperativas sociales). Solo el 18,0% de las asociaciones solicitó financiación (-33,6% frente a las cooperativas sociales), de las cuales el 8,0% para inversiones.

En el caso de las asociaciones, tanto el nivel de conocimiento (3 de cada 10 asociaciones) como el interés por la implementación de instrumentos financieros con impacto social expresado por las asociaciones de la muestra (19,0% de las asociaciones) es bajo, especialmente para la relativa a las asociaciones de promoción social (29,4% y 11,8%, respectivamente).

Para el año en curso, más de la mitad de las asociaciones encuestadas esperan un aumento en sus necesidades financieras para inversiones (57,0%). Entre quienes planifican inversiones, la autofinanciación es la principal fuente de cobertura (35,9%, -5 puntos porcentuales respecto a las cooperativas sociales) de las necesidades financieras previstas por las asociaciones, seguida de los ingresos de entidades privadas (34,0%).

La apuesta de UBI Banca por el Tercer Sector

La cita anual con la presentación de la encuesta del “Observatorio UBI Banca de las Finanzas y el Tercer Sector” se enmarca en un proceso estratégico de conocimiento y apoyo más efectivo al mundo sin ánimo de lucro puesto en marcha por UBI Banca en 2011 con la implantación de una estructura organizativa específicamente dedicada a la gestión de las relaciones con los clientes pertenecientes al sector laico y religioso sin ánimo de lucro. A finales de 2016, en el marco del Proyecto de Banca Única y del Plan de Empresa 2019/2020, se definió una nueva estructura organizativa y de ubicación para el mundo de las instituciones, con el establecimiento de una nueva área estratégica denominada UBI Community con el objetivo de supervisar y desarrollar las áreas de negocio y las relaciones comerciales vinculadas tanto al mundo del tercer sector y la economía civil como a los organismos públicos y sistemas asociativos. A través de esta evolución, UBI Banca se marca el objetivo de consolidar y seguir reforzando la relación con los espacios de inserción, con los distintos actores y con las realidades económicas y sociales de las que son expresión, al mismo tiempo que crea valor compartido para las comunidades de referencia. Esto es gracias a la promoción y apoyo de iniciativas sociales públicas, privadas y privadas, a una cada vez mayor inclusión e implicación de las comunidades locales, así como al intercambio de capacidades y competencias del Grupo UBI Banca.

En este contexto, el Área Comunitaria de la UBI, a través del Servicio del Tercer Sector y de la Economía Civil, pretende apoyar inversiones orientadas al impacto social y apoyar vías de emprendimiento social vinculadas al desarrollo local, comunitario y de nuevas cadenas de suministro, así como consolidar y desarrollar la papel de socio estratégico de las organizaciones del Tercer Sector, tanto laicas como religiosas, capaz de apoyarlas en la búsqueda de objetivos sociales y/o pastorales y en procesos de crecimiento sostenible.

Según Vincenzo Algeri, Responsable del Área UBI Community de UBI Banca “El Observatorio confirma cómo la calidad y la diversificación especializada de la oferta bancaria es fundamental para construir una relación a largo plazo con el mundo de la empresa social y sin ánimo de lucro en general. Un sector que confirma su resiliencia y que sigue creciendo especialmente en mercados donde asistimos al declive de la Administración Pública. Con la nueva área estratégica UBI Comunidad, UBI Banca se marca el objetivo de ser el socio de referencia de los distintos sujetos de la economía social y civil capaz de apoyar y promover sinergias y formas de convergencia entre lo público, lo privado y lo privado social”.

 “La sexta edición destaca cómo el mundo de la cooperación social, a pesar de un todavía bajo nivel de conocimiento, está muy interesado en profundizar en herramientas orientadas al impacto social”. – explica Guido Cisternino, Jefe del Tercer Sector y Economía Civil de UBI Banca – “Obviamente, mucho dependerá de los resultados de la Reforma del Tercer Sector que esperamos desbloquee el potencial de todas las organizaciones sin fines de lucro y promueva la difusión de un ecosistema compuesta por modelos híbridos de intervenciones de finanzas sociales destinadas a apoyar inversiones orientadas al impacto y soluciones innovadoras capaces de responder a los nuevos desafíos sociales a los que nos enfrentamos”.

 “El banco de empresas sociales no es percibido solo como un intermediario, sino como un sujeto que posibilita conexiones y apoya procesos de gestión e inversión”. – agrega Paolo Venturi, Director de AICCON – “Por esta razón, el desafío en el futuro será, también para el sistema bancario, construir plataformas y ecosistemas de servicios para apoyar la innovación y el desarrollo de un sector profundamente transformado”.

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