El presidente saliente del BCE, Jean-Claude Trichet, indicó la ruta para salir de la crisis en una entrevista con el Corriere della Sera: "Los gobiernos deben respetar los pactos, Europa debe permanecer unida". Centrándose en su reciente participación en el G20 en Washington, Trichet afirmó que “es necesario que las autoridades competentes estén a la altura de los difíciles desafíos que habrá que enfrentar. Les comuniqué -añadió- a los banqueros centrales del mundo que Europa necesitará su apoyo”.
Al evaluar la situación en la Eurozona, el banquero subrayó cómo es "necesaria y urgente la implementación de los acuerdos del 21 de julio sobre el fortalecimiento del fondo de rescate" y recordó cuán fundamental es que las autoridades nacionales estén a la altura e ineludiblemente respetar el pacto de estabilidad, en ausencia de disciplina presupuestaria federal. Cuando se le preguntó si el BCE está pensando en ajustar las tasas para remediar el crecimiento estancado, Trichet respondió que "el BCE no se compromete por adelantado con las tasas" que se calculan para mantener la estabilidad de precios. Esto convierte al BCE en una garantía de "estabilidad y confianza" para el sistema del euro.
Lo mismo ocurre con la participación del BCE en las subastas a un año, esperadas en el G20: “estamos refinanciando a los bancos en las subastas a una semana, un mes y tres meses. Nuestras intervenciones están calibradas según las disfunciones del mercado”. “Estamos aplicando el plan de medidas no estándar para mejorar la transmisión de la política monetaria, ya que algunos segmentos del mercado no funcionan donde los gobiernos no han recuperado la credibilidad. El control mutuo previsto en el Pacto de Estabilidad no se ha implementado adecuadamente. Estamos activando estas medidas en previsión de la futura intervención del fondo de rescate en el mercado secundario".
En cuanto a Italia: “Enviamos mensajes de indicaciones que fueron seguidas por decisiones gubernamentales que deben aplicarse lo antes posible. Todas las acciones destinadas a liberar el potencial sin explotar de Italia son positivas”, continuó Trichet, elogiando la capacidad de las familias italianas para hacer negocios, para desarrollar ideas con dedicación para asumir riesgos. En Italia necesitamos "liberalización de las profesiones, más flexibilidad, educación e innovación".
¿Hay todavía futuro para Europa y el euro? Según el banquero central, se debe hacer una distinción entre el sistema monetario en su conjunto, que ha ganado estabilidad en 13 años, y la situación financiera de los países individuales. “En Europa -subrayó- las finanzas públicas están más sanas que en EE.UU. y Japón. Ciertamente, los estados individuales que han enfrentado problemas financieros tendrán que actuar con rigor e implementar reformas estructurales”. Ante la que es la mayor crisis desde la Segunda Guerra Mundial "los pueblos de Europa tendrán que reaccionar unidos a los cambios en curso", sería impensable, insinuaba Trichet, que la integración europea encallara.
