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Terna: auge de las renovables y desplome de la demanda, cambia el paradigma energético

Según datos difundidos por la empresa que administra el sistema eléctrico nacional, entre 2009 y 2013 la producción de plantas eólicas y fotovoltaicas más que se cuadriplicó – La demanda volvió a caer y en 2012 volvió a los niveles de 2004 – Terna ha invertido desde 2005 6,5 1,7 millones: las seis grandes obras generaron un ahorro de XNUMX millones.

Colapso de la demanda y auge de las renovables, con inversión de los principales flujos entre el norte y el sur de Italia. Estos son algunos de los cambios fundamentales que han revolucionado el panorama energético italiano en los últimos años. Entre 2009 y 2013, la producción de plantas eólicas y fotovoltaicas se cuadriplicó con creces, aumentando respectivamente en 3,1 y 15,5 GW, para una potencia global que ha pasado de 6 a 24,6 GW. Los datos fueron dados a conocer hoy por Terna, la empresa que gestiona la red eléctrica italiana, durante un seminario en el Centro Nacional de Control del sistema eléctrico nacional.

Evidentemente, el aumento afectó principalmente al sur, donde sol y viento se encuentran con mayor facilidad. Esto, junto con el desarrollo de las plantas CCGT (Turbinas de Gas de Ciclo Combinado), ha cambiado la dirección de los principales flujos de energía en la red eléctrica italiana, que el año pasado fue de Sur a Norte.   

Las inversiones en producción de energías renovables han supuesto un aumento progresivo de la cobertura de la demanda por energía eólica y fotovoltaica, que pasó del 2,2% en 2009 al 10% el año pasado.

Exactamente al mismo tiempo la demanda ha sufrido un grave descenso, ligada naturalmente a la crisis mundial iniciada en 2008. Los datos preliminares de demanda de energía eléctrica de 2012 (-2,8% anual) señalan una vuelta a los valores de 2004. Un nivel que probablemente esté destinado a descender además, considerando que en los primeros cuatro meses de 2013 hubo una nueva disminución de 3,5%. 

La combinación de estos dos factores (crecimiento de las renovables y caída de la demanda) ha hecho que el sistema eléctrico en su conjunto sea más difícil de gestionar: no solo porque el sol y el viento no se pueden programar, sino porque en las horas de la tarde del día suele aumentar la demanda. de energía aumenta, mientras que la posible cobertura a través de renovables disminuye. 

¿Es por tanto posible plantear la hipótesis de un futuro en el que seremos capaces de cubrir toda la demanda de electricidad solo con renovables? “El sistema es seguro si está diversificado – explicó hoy Luigi De Francisci, jefe de asuntos regulatorios de Terna -. La tecnología de acumuladores para energía producida a partir de fuentes renovables se está desarrollando en los últimos años. Todavía falta un tiempo para disponer de sistemas que permitan una aportación decisiva, si no exclusiva, de la energía eólica y fotovoltaica”.  

Para producción convencional (principalmente centrales térmicas a gas), la liberalización del mercado que llegó en 2000 dio un fuerte impulso a las inversiones, que entre 2002 y 2012 produjeron un aumento de la capacidad de producción de 22 MW. 

Terna ha gastado 2005 millones de euros entre 6,5 y hoy, construyendo 2.500 km de nuevas líneas eléctricas y 84 nuevas estaciones. Una aceleración que ha permitido no solo eliminar el desfase infraestructural con otros países europeos, sino también reducir los costes del sistema. Sólo las seis grandes obras (San Fiorano-Robbia, Matera-Santa Sofia, Laino-Rizziconi, Chignolo Po-Maleo, Turbigo-Rho y Sa.Pe.I, el cable que une Cerdeña y Lacio) han generado ahorros para el sistema de 1,7 millones de euros.

Por tanto, el beneficio producido ya ha compensado los costes incurridos y, por cada millón de euros invertido, el retorno en términos de menor coste para el sistema ronda los cinco millones de euros. A todo ello hay que sumar los ahorros de 3,1 millones de euros obtenidos por la gestión de los flujos energéticos.

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