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TAP: Mattarella confirma el sí italiano

El presidente de la República Sergio Mattarella en Azerbaiyán confirmó el compromiso italiano para la construcción de la controvertida infraestructura. Con él el Ministro Moavero Milanesi. La obra también cuenta con el apoyo de la UE

TAP: Mattarella confirma el sí italiano

Se llevará a cabo el TAP. El presidente de la República, Sergio Mattarella, en una visita a Azerbaiyán, confirmó que Italia no obstruirá el corredor de gas del sur. El oleoducto de la polémica, por tanto, llegará a la costa de Apulia en ese marco de abastecimiento energético y diversificación de fuentes tan necesario para Italia.

El canciller Enzo Moavero Milanesi también estuvo con el jefe de Estado en Azerbaiyán, quien comparte la construcción del Oleoducto Trans Adriático en apoyo a la colaboración internacional. Se sabe que otros miembros del gobierno piensan diferente, pero la infraestructura gasista es parte de un intercambio económico y comercial mayor. Mattarella explicó que el gasoducto da mayor seguridad energética y fortalece la cooperación interregional desde el Mar Caspio hasta el Mediterráneo y Europa.

Europa, por su parte, ha abierto líneas de crédito a través del BEI en apoyo al proyecto de 40 millones de dólares en el que está comprometida la italiana Snam. La empresa participa con una participación sustancial en el consorcio internacional de construcción. El capital invertido ya ha permitido llegar al otro lado del Adriático y las incertidumbres y oposiciones de los ecologistas no están haciendo ningún bien a las estrategias energéticas italianas ni al debate político. Según Reuters, el ministro de Medio Ambiente, Sergio Costa, tras un rechazo inicial al TAP ("trabajo inútil") rectificó la posición esperando una próxima decisión conjunta del gobierno.

En el territorio de Apulia las protestas no han cesado, la región prevé un desembarco diferente al de Melendugno, a pesar de las diversas autorizaciones ambientales y paisajísticas obtenidas hace tiempo. Los partidarios del proyecto, apoyados también por iniciativas y debates dentro de la UE, continúan esperando que en 2020 el gas de Azerbaiyán llegue a los hogares italianos. Los tiempos de controversia y oposición deberían haber terminado.

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