Con 170 votos a favor de 349, 111 en contra y 68 abstenciones, el Congreso de los Diputados español votó su confianza en el nuevo Gobierno de Rajoy, líder del Partido Popular, diez meses después de las últimas elecciones generales.
Fue decisiva la abstención de los socialistas del Psoe, que ahora se convierten en la aguja en la balanza de la política española pero que tuvieron que sufrir la rebelión de 15 de sus 84 parlamentarios, además de la dimisión como diputado del exsecretario Pedro Sánchez, cuya línea de rígida oposición costó la inacción de los socialistas tras reiteradas derrotas electorales, hasta que se afianzó en el Psoe la línea pragmática de la andaluza Susana Díaz, inspirada en el expresidente Felipe Gonzáles.
"Hay mucho trabajo por hacer", ha dicho el presidente del Gobierno Rajoy tras la investidura.