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España campeona de Europa: 4 a 0 a Italia

EUROPEO - España era demasiado fuerte pero Italia no tuvo suerte con 10 jugadores en la segunda parte - Nadie ha ganado dos Eurocopas y un Mundial seguidos como España: triplete histórico - Chiellini y Thiago Motta lesionados - Iniesta y Xavi en el silla - Azzurri de rodillas pero merecen el aplauso de todos los deportistas y del país igual

España campeona de Europa: 4 a 0 a Italia

Fin del sueño. Los cuatro "pizzicotti" que nos ha regalado España han hecho que nuestro despertar sea algo brusco, aunque en el balance sea así con razón. Ganó el equipo más fuerte, el único capaz de ganar consecutivamente el Campeonato de Europa (2008), la Copa del Mundo (2010) y, de hecho, el Campeonato de Europa, nunca realmente preocupado por nuestra Azzurri.

No hace falta darle vueltas, este sigue siendo el momento de la Roja, el nuestro llegará. Cuando no se sabe, pero las premisas son buenas: Prandelli, que oficializó su permanencia al final del partido, trabajó bien, pero llegó a un gol impensable en la víspera. Claro, la paliza en Kiev es una ducha fría, pero tirar por la borda todo lo bueno expresado en estos dos años sería una locura. Por un lado había campeones consagrados, todavía muy lejos del ocaso, por otro muchos buenos jugadores, pero solo dos campeones. Buffon no pudo hacer milagros y Pirlo fue enjaulado por el sabio Del Bosque, uno de los cuales poco se habla pero que sabe de fútbol como pocos.

Incluso desde el punto de vista táctico, el enfrentamiento fue implacable: dulce, por momentos incluso dulce, la maniobra de España, capaz de atacar con 8 hombres y, unos segundos después, defender con ellos. Las inserciones sin balón son la auténtica seña de identidad de la muy condecorada Roja, que además se permite el lujo de jugar sin delanteros de rol, por lo que siempre hay alguien que marca. Ayer fue el turno de Silva, Jordi Alba, Torres, incluso Mata, que entró al campo hace unos segundos. Tarde de gracia, por sus méritos y por nuestras faltas. El plan de Prandelli (presionar alto y desafiarles en su césped, posesión de balón) fracasó a los pocos minutos, según reconoce el propio entrenador: “Enseguida entendimos que teníamos que contenerlo, porque estábamos muy cansados. Eso nos quitó mucho equilibrio, el nuestro es un equipo que necesita estar en buena forma física para rendir al máximo”.

Pero esta Italia no fue construida para defender, y tal vez también la amamos tanto por eso. El caso es que el fuerte no aguantó ni una sola vez, porque los partidos terminaron con gol de Jordi Alba. La recuperación fue entonces una lenta agonía, en la que no faltó nada. Errores de cara a la portería (Di Natale pudo haber reabierto el partido), sustituciones equivocadas (Thiago Motta) y sustituciones precipitadas (el italobrasileño se lesionó casi de inmediato), que nos dejaron en 10. Podríamos haber rematado dignamente, pero en cambio soltamos las amarras y los españoles subieron a bordo sin piedad. Es una pena que una aventura tan bonita terminara tan mal, pero después de toda esta paliza también nos podría ayudar a crecer.

En 2014 iremos a Brasil con la conciencia de ser un verdadero equipo y lucharemos por ello. Todavía tenemos espléndidos recuerdos de esta Eurocopa: las victorias ante Inglaterra y, sobre todo, Alemania, los halagos de los rivales, las plazas llenas de gente y las banderas tricolores, el nombre de Italia rehabilitado. Lo intentaremos de nuevo en dos años, mientras tanto, gracias de todos modos. A pesar del final estuvo bien.

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