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España en riesgo de terceras elecciones

El actual presidente Mariano Rajoy lanza una durísima acusación contra los socialistas del PSOE que han reiterado su no a la formación de un gobierno de tendencia conservadora - Según Rajoy, el plano inclinado de la política española corre el riesgo de desembocar en una nueva disolución de los recién elegidos Parlamento.

España avanza inexorablemente hacia la proclamación de las terceras elecciones en apenas un año. Un casi récord (negativo) que por el momento no parece haber tenido repercusiones graves en el desempeño económico del país, pero que empieza a preocupar en todo el continente.

37 días después de la vuelta electoral del 26 de junio que decretó de nuevo la no consecución de la mayoría absoluta del Partido Popular de Mariano Rajoy (primera fuerza política con el 33% de los votos) no parece haber una luz al final del túnel. Las negociaciones están bloqueadas y la posibilidad de que el líder del PP apruebe el voto de confianza en el Parlamento es cada vez más remota.

“La izquierda no apoyará a la derecha. El Partido Socialista Obrero Español no pretende apoyar a los que queremos cambiar”. Con unas declaraciones tan escuetas como claras, Pedro Sánchez resumió una hora de conversación con Mariano Rajoy, afirmando que el PSOE no respaldará en ningún caso a un ejecutivo liderado por las fuerzas populares. Un no rotundo que apaga las esperanzas del actual jefe de Gobierno que empieza a echar mano, temeroso de la posibilidad de unas terceras elecciones. "Un absurdo, una locura", según el número uno del PP que sin embargo habla de un riesgo concreto, dando laculpa de lo que está pasando a los socialistas.

Rajoy se reunirá mañana con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que en los últimos días ya ha dado su voluntad de abstenerse en la segunda votación de investidura, dando más posibilidades al Partido Popular de alcanzar la mayoría simple en las aulas. El problema es que ni siquiera en este caso los números serían suficientes para conquistar las Cortes.

Cada vez parece más claro que, sin un paso atrás del PSOE (que podría configurarse mediante la abstención técnica de algunos parlamentarios), España volverá a seguir siendo un país ingobernable.

Cabe subrayar que, según la ley ibérica, el reloj institucional para la convocatoria de una nueva vuelta electoral se iniciará en el momento de la primera votación de investidura. A partir de ese día, los representantes españoles tendrán dos meses para formar gobierno. En caso de que volvieran a fracasar, las Cámaras serían automáticamente disueltas y, al cabo de dos meses más, se convocarían nuevos mítines electorales.

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