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La soja, una mina para Europa del acuerdo EEUU-China

La paz comercial entre EE. UU. y China amenaza con alterar los flujos y los precios de las materias primas en todo el mundo - El caso de la soja - Confagricoltura hace sonar la alarma

La soja, una mina para Europa del acuerdo EEUU-China

“Tendremos que examinar muy detenidamente el contenido del nuevo acuerdo entre Estados Unidos y China. De los avances que se han difundido, el acuerdo podría alterar los flujos y la dinámica del mercado de . industrias agroalimentarias mundiales". Así Confagricoltura, con posición de su presidente, Massimiliano Giansanti, arroja luz sobre el anuncio de la Casa Blanca de la inminente firma, el 15 de enero, de la llamada "fase uno" de la paz comercial entre Estados Unidos y china 

De hecho, lo que preocupa a los agricultores es el compromiso, pactado entre EE.UU. y China, de recaudar al menos hasta 40 mil millones de dólares en dos años las importaciones de productos agroalimentarios de EE.UU. “En la práctica, las importaciones de China deberían duplicar su valor en comparación con los niveles existentes hasta el inicio de la disputa comercial”, comentó Giansanti. Este fortísimo aumento, según Confagricoltura, iría en detrimento de los otros principales proveedores del mercado chino: la Unión Europea, Australia, Argentina y Nueva Zelanda. "Por nuestra parte -continúa Giansanti- invitamos a la Comisión de la UE a evaluar si el nuevo acuerdo entre Estados Unidos y China cumple plenamente con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre libre competencia". 

La reconstrucción de los últimos meses de comercio, mientras se desarrollaba el duro choque entre los dos grandes, es útil para comprender qué sucedió y qué podría suceder ahora en el comercio internacional de soja. 

Después de la guerra comercial entre EE. UU. y China, las exportaciones de EE. UU. a China continental colapsaron y EE. UU. se convirtió en el primer proveedor de soja en el mercado europeo con una incidencia de más del 70% de las importaciones totales. El porcentaje se ha más que duplicado en comparación con la situación a mediados de 2018. 

Está claro que ahora, con el nuevo acuerdo firmado entre ambos países, todo está destinado a cambiar con la previsible recuperación de las exportaciones de soja estadounidense al mercado chino. Cabe recordar que hasta el inicio de la disputa comercial, el 60% del total de las exportaciones de soja de EE.UU. tenía como destino China.  

Por eso, afirma y concluye Gianzanti, “tendremos que verificar cuidadosamente los efectos sobre los precios de la rotación de los flujos comerciales, que parece estar cerca. Además, a nivel europeo hay que poner en marcha un plan extraordinario para aumentar la producción de cereales y proteínas vegetales, para reducir la dependencia de las importaciones de terceros países". 

Las importaciones chinas de soja producida en EE. UU. ya se están recuperando. En noviembre pasado, según datos del Ministerio de Agricultura de Beijing, las compras ascendieron a 2,6 millones de toneladas: la mayor cantidad mensual desde principios de 2018. 

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