Italia aplica la directiva europea sobre comunicaciones y pone fin de contratos de 48 meses para la compra de teléfonos inteligentes. El nuevo reglamento de desarrollo, aprobado el pasado 4 de noviembre por el Consejo de Ministros mediante decreto legislativo, establece que los contratos no podrán ir más lejos los 24 meses y dispone que entre las ofertas que los operadores de telefonía proporcionen a sus clientes, al menos una deberá tener una duración de 12 meses.
La regla no será de aplicación en los casos en que el contrato se haya estipulado a plazos y sólo prevea la instalación de una conexión, incluidas las de ultrabanda. En el caso de que el contrato prevea la renovación automática, el usuario tendrá la opción de rescindirlo sin costes ni penalizaciones adicionales, simplemente comunicándolo con un mes de antelación.
Un punto importante del decreto es el párrafo 6, que establece que si existieran diferencias entre las condiciones contractuales preestablecidas y los servicios prestados, el consumidor tendrá la posibilidad de rescindirlo sin penalizaciones ni costos adicionales.
Una medida que va dirigida a los consumidores pero que ha sido interpretada por los operadores como un golpe más al sector de la telefonía móvil que ya se enfrenta a un mercado inestable y fragmentado. Mirando los datos de hace 4 años, de hecho, hay una caída del 27% en las suscripciones de SIM. El tráfico de datos de Internet, por el contrario, sigue creciendo, quintuplicándose respecto a los datos de 2017.
El decreto legislativo, aprobado el 4 de noviembre, aún no se ha publicado en el Boletín Oficial pero los operadores se están armonizando y preparando para proponer nuevos contratos de cara a las compras navideñas.
