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Escuela, convocatoria directa a directores: por eso está mal abolirla

El acuerdo entre Miur y los sindicatos prevé la derogación de la convocatoria directa de docentes a las escuelas por parte de los Directores, con el restablecimiento del sistema de clasificación y por lo tanto del criterio de antigüedad: esta decisión es un ataque a los principios fundacionales de la democracia moderna, que se basa en la ascensión social ligada al mérito y la responsabilidad

Escuela, convocatoria directa a directores: por eso está mal abolirla

El acercamiento del Gobierno Conte al mercado laboral, a pesar de las modificaciones al Decreto de Dignidad impulsadas por el bando de la Liga debido a la reacción de los empresarios, sigue siendo un grave error, precisamente porque se está moviendo (al contrario de lo que una parte importante del sindicato y del Partido Demócrata) en la dirección opuesta a la que deben seguir aquellos que quieren promover el crecimiento del empleo en general y ofrecer un clima favorable para los inversores. Es cierto que el desarrollo es el factor decisivo que crea puestos de trabajo, pero es igualmente realista pensar que en una situación de incertidumbre, una legislación que no solo encarece la mano de obra sino que aumenta el riesgo de litigios, aunque quisiéramos utilizar gafas del Dr. Pangloss, retrasará la contratación. Dado que es correcto evaluar los resultados reales, habrá que esperar los resultados estadísticos de los próximos meses con la esperanza de que, ante la presencia de signos negativos, el Gobierno tenga el coraje político de remediar donde los resultados son diferentes de los esperados.

Sin embargo, hay una historia que no necesita esperar a que se aborden los cálculos de Istat e INPS, la relacionada con la derogación de la convocatoria directa de maestros a las escuelas por parte de los directores. Con el acuerdo entre Miur y los sindicatos sobre movilidad para el próximo año se restauró el sistema de rankings y por lo tanto de la prevalencia de la antigüedad en el servicio con respecto a la elección del presidente-gerente. Más allá del instrumento legal más correcto a utilizar para derogar la ley, que ciertamente no puede ser abolido por un acuerdo sindical, queda un aspecto cultural más que político que atañe a la autonomía de la escuela y sus valores incluyendo (también ) el criterio de mérito y responsabilidad que debe aplicarse a alumnos y profesores.

Con perfecto lenguaje burocrático, el ministerio, encabezado por el miembro de la Liga Norte Marco Bussetti, ex director de la oficina escolar de Lombardía, afirma al respecto que "la institución de la convocatoria directa ha mostrado problemas críticos atribuibles a la amplia discrecionalidad dejada al director de la escuela ya las numerosas funciones que le incumben relacionadas con la identificación de las competencias de los docentes en un momento fundamental para la realización de las actividades preparatorias del inicio del curso escolar”. En pocas palabras, los Directores tenían otras cosas que hacer y evitar "excesos discrecionales". es mejor volver a criterios “objetivos y transparentes” para la asignación de maestros a las escuelas. Como si no estuvieran bajo la mirada de todos los inconvenientes de los rankings utilizados para cubrir las vacantes. Para el Ministro Bussetti parece establecido que los docentes son todos iguales (uno vale como dicen las 5 estrellas), la única diferencia es la antigüedad.

Quizás sea inevitable que un gobierno que asuma quiera marcar las diferencias con sus antecesores, pero que la ofensiva contra la "Buona Scuola", tímida señal de cambio del gobierno de Renzi, se dirija contra una disposición que introdujo ( también) la profesionalización es mucho más grave que un aumento del 0,5% en el coste de renovación de un contrato de duración determinada. esta decisión es un ataque más o menos consciente al principio fundacional de una democracia moderna que tiene el deber de ofrecer a todos los ciudadanos iguales condiciones de partida para premiar a quienes, con mérito y responsabilidad, sean capaces de construir las condiciones para ascender en la escala social.

El igualitarismo asistencial que sufre la sociedad italiana es uno de los principales lastres que frenan el crecimiento. Si se perpetúa en la escuela, quizás se solucione el problema de esa parte de los docentes que ven la docencia no como una misión sino principalmente como una oportunidad de empleo. Pero no traerá grandes beneficios a los estudiantes de hoy que son el activo más importante que tenemos para construir el futuro.

Una última pero no menos relevante observación. Si fuera cierto, como muchos afirman, que la elección de profesores por parte de los Directores fue defectuosa no por discreción (que es obvio), sino por incompetencia sustancial o patrociniosería mucho más grave. Si éste fuera el problema, habría que poner en el centro una nueva reforma no sólo de la sustitución de parte de los actuales Directores, que en buena medida no respondería a las necesidades de las escuelas actuales, sino sobre todo de la formación y selección meritocrática y profesional de nuevos directivos. Pero del actual gerente Ministro Bassetti esto no se escucha, al contrario se organizan concursos con las reglas antiguas para promover nuevos Principales.

Lea también sobre este tema el comentario de Umberto Minopoli

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