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Scudetto al mágico Leicester: Ranieri rey de Inglaterra

El sueño se hace realidad: gracias al empate entre Chelsea y Tottenham, el pequeño Leicester es matemáticamente campeón de Inglaterra - Ranieri, que apasionó al mundo entero, corona su carrera con una victoria impensable

Scudetto al mágico Leicester: Ranieri rey de Inglaterra

El sueño se ha hecho realidad. Con el empate 2-2 entre Chelsea y Tottenham el lunes por la noche, Leicester se encuentra con una ventaja de 7 puntos sobre los Spurs con dos juegos para el final. Por lo tanto, los Foxes ganaron la Premier League por primera vez en su historia.

Los medios ingleses elogian el triunfo del equipo de Claudio Ranieri como la mayor hazaña deportiva jamás vista en Gran Bretaña, y no solo porque ningún equipo ganaba el título por primera vez desde 1978 -en su momento era el Nottingham Forest de los milagros-, también ganador de dos Copas de Europa consecutivas, pero sobre todo porque este Leicester se ha convertido en un símbolo de redención. Hace un año, los Foxes escaparon por poco del descenso y, al comienzo de este campeonato, los corredores de apuestas cotizaron su Scudetto en 5 a uno.

Buena revancha para Ranieri, que pese a haber entrenado en su carrera a equipos mucho más famosos (del Valencia al Chelsea, de la Juve al Inter pasando por la Roma) nunca había conseguido llevarse a casa un título nacional.

El otro icono del Leicester es sin duda Jamie Vardy, un joven de 29 años capaz de transformarse en pocos años de obrero metalúrgico en las fábricas de Sheffield a máximo goleador de la selección campeona de Inglaterra. Se hará una película sobre su historia.

Precisamente en casa de Vardy el equipo vio anoche el Chelsea-Tottenham. Todos estaban allí: desde Okazaki hasta Kasper Schmeichel, desde Drinkwater hasta Morgan, desde Mahrez hasta Kanté. Al pitido final, por supuesto, estallaron las celebraciones en todo Leicester. E inmediatamente las calles fueron invadidas por un entusiasmo muy poco británico: bocinas de autos, banderas, coros y canciones. Todo ello regado con ríos de cerveza que ofrecen los pubs, que han transgredido la obligación de cerrar a las 23 horas y han permanecido abiertos mucho más tiempo.

No participaron en los festejos pero los protagonistas de esta formidable cabalgata sí estuvieron presentes. Empezando por el propio Ranieri, el más idolatrado, retratado en un gigantesco mural en el centro de la ciudad. Ya le han puesto su nombre a un tipo de chorizo, le dedicarán una calle y probablemente también le den las llaves de la ciudad: con sus modales nunca exagerados, ha conquistado a todos.

El próximo domingo, el último partido en casa ante el Everton se convertirá en un desfile de honor para los héroes de este cuento de hadas. Vardy ha cumplido la descalificación que le mantuvo fuera de juego en las dos últimas jornadas y así podrá celebrar el premio al mejor jugador de la temporada recibido por la prensa. Leicester escribió el final más hermoso al estilo de Hollywood, tal como le había pedido Ranieri. "Vamos a ganar la liga y ahora tenéis que creernos", coreaba la afición del club. Y tenían razón.

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