El número uno de Eni, Paolo scaroni, intervino en la inauguración de la obra sobre Nuevos escenarios energéticos globales en el Atlantic Council. “La energía y la geopolítica siempre han estado ligadas entre sí: Estados Unidos, Rusia y el norte de África están entre los protagonistas de este período histórico”. Así abrió Scaroni su discurso.
Estados Unidos está en el centro de la evolución de los escenarios energéticos mundiales. La revolución del gas de esquisto en Estados Unidos, como explicó Scaroni, ha cambiado la dinámica de la competencia global. “La buena noticia para Estados Unidos es que pueden contar con toda la energía que necesitan a precios imbatibles – dijo Scaroni – Pero lo que es una excelente noticia para América no lo es para nuestra Europa”. La industria europea debe competir con la estadounidense “que paga un tercio menos por el gas y menos de la mitad por la electricidad”.
Otro tema fundamental es la evolución del norte de África. Scaroni dijo que, a pesar de las dificultades políticas y civiles, esta parte del mundo se está convirtiendo en una región fuerte y próspera. Argelia está a punto de afrontar nuevas elecciones presidenciales; “tiene instituciones sólidas y, con una riqueza petrolera bien gestionada, podrá afrontar mejor su futuro”. Egipto "tiene una fuerte clase media de su lado que apoyará su estabilización". Libia, según Scaroni, es el país que atraviesa el período más difícil; “Está construyendo un Estado después de 40 años de dictadura” pero tiene muchas fortalezas que aprovechar.
¿Y Europa? Según el CEO de Eni, Europa debe reinventarse. Nuestra industria podría beneficiarse de los precios del gas de esquisto estadounidense cuando se exporte. "Pero eso no es suficiente". “Si Europa aspira a un renacimiento industrial – dijo Scaroni – debe inventar un nuevo acuerdo energético”. La prioridad es el gas de esquisto que probablemente existe en Europa y en cantidades significativas; entonces sería importante mejorar la explotación de los hidrocarburos convencionales. Sin olvidar, recuerda Scaroni, que Italia “debería estrechar los lazos políticos con sus proveedores de gas: Argelia, Libia y sobre todo Rusia”.