“¿Devaluación del peso? Es lo más normal del mundo, lo esperábamos desde hace meses. Y es todo culpa de cristina kirchner”. Giulio Sapelli, profesor de historia económica en el Statale di Milano y gran conocedor de la Argentina (su "Diario Sudamericano” de 2011), al comentar el desplome de la moneda de la segunda economía de Sudamérica, que en el último mes perdió 17% frente al dólar, ubicándose en 8,24. En términos de peso, es el derrumbe más pesado de los últimos 12 años, es decir, desde los tiempos del llamado "corralito", cuyo espectro ahora resurge: "Para Kirchner ha llegado la hora de la verdad: en 2002 Argentina había vuelto a la normalidad laboriosamente gracias al auge de los precios de las materias primas, pero su política demente lo ha arruinado todo”.
Una política excesivamente redistributiva y "parasitaria", según Sapelli. “Cometió una serie de errores uno tras otro: primero demasiado peronismo en explotar el boom con la búsqueda de rentas, es decir, con monopolio estatal, en contraposición a la libre competencia. Argentina ha subsidiado demasiadas cosas, desde la gasolina hasta la comida. Y lo poco que hizo liberalmente, es decir, privatizaciones, lo hizo de una manera desafortunada, que yo definiría como Prodi: no para crear grandes grupos sino para vendérselos a amigos, como en el caso de nuestra Ilva. Ni hablar de la restricción a la circulación de dinero, por temor a un nuevo corralito, y la venta de reservas del banco central en dólares. Con estos ingredientes, el colapso de la moneda es inevitable”.
En definitiva, Kirchner ha paralizado el sistema económico, al no crear demanda efectiva según el principio keynesiano e alejando la inversión extranjera, como en el caso del mercado de la carne. “Argentina siempre ha tenido la mejor calidad, pero debido a los derechos de exportación ha sido superada no solo por Brasil sino también por Uruguay y Paraguay, países con mucha tradición pero mucho más pequeños”. Por no hablar de la gestión de algunos asuntos internacionales, como el vinculado a Repsol, y el progresivo alejamiento también del FMI por los bonos, "un tema aún sin resolver". Todos elementos que asustaron bastante a los mercados.
Ahora el resultado es una inflación efectiva entre el 26 y el 30%, a pesar de que el Gobierno habla del 10% ("Despidieron a varios de nuestros técnicos de Istat para poner las estimaciones en manos de los funcionarios, pero ya no pueden mentir"), y la pobreza y las tasas de desempleo "duplican las de Italia". ¿Y ahora cómo sale? “Primero despidiendo a Kirchner: El peronismo ha fracasado y ahora se necesita una alianza entre liberales y socialistas para relanzar el país. Vería a un responsable inteligente como el liberal de origen italiano Mauricio Macri, gobernador de Buenos Aires en su segundo mandato (y durante 12 años, de 1995 a 2007, presidente del club de fútbol Boca Juniors)”.
Pero concretamente, ¿a qué se puede aferrar la economía? “A la Patagonia. La única zona de Argentina donde la situación es floreciente es Patagonia, gracias al descubrimiento de yacimientos de gas de esquisto que puede convertirse en una gran oportunidad. Pero es absolutamente necesario desgravar las inversiones, y también desgravar la producción y exportación de carne, que debe volver a ser producida con los mejores estándares y comercializada en todo el mundo, no centrándose en la soja que tiene un mercado menos interesante”.
