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Samantha Cristoforetti, Made in Italy está en órbita

Samantha Cristoforetti, una milanesa de origen trentino de 37 años, es la primera mujer italiana en el espacio: llegó de noche a la Estación Espacial Internacional, donde permanecerá durante 6 meses – Con sus varias piezas de made in Italy, de la impresora 3D al café Lavazza.

Samantha Cristoforetti, Made in Italy está en órbita

"Es mucho mejor de lo que soñé". La hermosa historia de Samantha Cristoforetti, la primera astronauta italiana en llegar a la Estación Espacial Internacional, donde permanecerá durante seis meses, justo antes de las 4 am de esta noche, no es la única que le da crédito a Italia.

Cristoforetti, que partió ayer a las 22.01 horas desde la estación de Baikonur, en Kazajistán (desde donde, emocionada, lanzó el último tuit terrestre: "¡Oímos desde el espacio!"), trae consigo varias piezas made in Italy. En primer lugar el infaltable café: "Nos recibió una gran fiesta a bordo. Hay una buena comida. Hace mucho que no comíamos", dijo la milanesa de 37 años nada más aterrizar en la ISS. estación, donde también encontrará una máquina en unos meses de café totalmente italiano, fruto de la colaboración entre Argotec, Lavazza y Finmeccanica-Selex Es.

Incluso la impresora 3D a bordo es toda italiana: construida por Altran y Thales Alenia Space, es una caja de 25 cm cúbicos, de bajo consumo energético y fabricada con materiales plásticos biodegradables. Eso no es todo: una serie de investigaciones iniciadas o por iniciar a bordo, firmadas por universidades o institutos de investigación de la bota, también tienen la marca Italia. El experimento "Drai Brain" es uno de ellos: coordinado por el médico Paolo Zamboni, del Centro de enfermedades vasculares de la Universidad de Ferrara, debe verificar la hipótesis según la cual una de las causas de la esclerosis múltiple podría ser el estrechamiento de los vasos sanguíneos de la cabeza y el cuello.

Luego, monitoreo portátil: una camiseta equipada con sensores capaces de medir los ritmos cardíaco y respiratorio durante el sueño, y la unidad electrónica portátil para recopilar los datos. Y de nuevo: encuestas sobre el comportamiento de los fluidos, técnicas de descontaminación bacteriana, pruebas sobre cómo se desarrollan las células en ingravidez y sobre la pérdida de masa muscular, e incluso un estudio sobre cómo utilizar nanopartículas para combatir la osteoporosis (este último lo estudia la Universidad de Pavía). También se desarrollará en el espacio el proyecto Slink del Politécnico de Milán, que se referirá precisamente a la adaptación del cerebro humano lejos de la Tierra.

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