La jornada de manifestaciones en Roma finalizó con menos tensión de la esperada, con motivo de la celebración del 60 aniversario de los Tratados de Roma y la firma del nuevo acuerdo entre los 27 actuales países miembros de la Unión Europea. Tras la parte institucional de la jornada de celebración del 60 aniversario de los Tratados de Roma, la atención se trasladó a las marchas previstas para la tarde en la capital. Pero los temores en vísperas de la presencia del bloque negro afortunadamente resultaron infundados y la procesión Eurostop, que partió de Porta San Paolo, llegó sin mayores incidentes a la Bocca della Verità.
Solo se produjo un momento de tensión en el Lungotevere Aventino cuando un grupo de manifestantes intentó subir al Clivio di Rocca Savella pero la policía los persiguió sin éxito, luego un cordón de agentes bloqueó la subida. La cola de la manifestación, compuesta por unas 1000 personas, se quedó atrás y la policía, quizás temiendo un desvío hacia el Lungotevere, dividió la manifestación en dos secciones con vehículos. Sin embargo, la procesión llegó a su destino antes de las 18 de la tarde.
La situación también estaba tranquila en Milán por la visita del Papa Francisco: la jornada de Bergoglio en la capital lombarda comenzó con una visita a las viviendas públicas de via Salomone, en un barrio a las afueras de la ciudad. Desde los suburbios del extremo este de la ciudad, el Papa llegó al corazón de Milán. En la Catedral, nuevamente con el arzobispo Scola a su lado, Francisco se reunió por primera vez con los sacerdotes, monjas y religiosas de la diócesis ambrosiana. Luego, en medio de fuertes medidas de seguridad, el Papa cruzó nuevamente la ciudad hasta la prisión de San Vittore, donde se reunió con los 900 reclusos y almorzó con 100 de ellos, que también cocinaron. Finalmente, la gran fiesta de San Siro, con 80 jóvenes confirmados con familiares y educadores.
