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Roma y Lazio vuelan, Nápoles se hunde, Milán vuelve a levantarse

Roma y Lazio ganan con goles y consolidan zona de Champions mientras Napoli, derrotado en casa por Bolonia, choca y pone en riesgo el banquillo de Ancelotti - Milan conquista in extremis a Parma

Roma y Lazio vuelan, Nápoles se hunde, Milán vuelve a levantarse

La Capital nunca se detiene. La Lazio y la Roma siguen volando y se confirman definitivamente en la Champions, aunque a la espera del Cagliari-Sampdoria (20.45 horas), que puede volver a poner a los sardos a la altura de los giallorossi. En cualquier caso, las victorias de Inzaghi y Fonseca reafirman la calidad del fútbol romano, que ha vuelto a un gran nivel tras una temporada algo parecida, en la que ambos no habían conseguido entrar en los más importantes de Europa.

El mismo que ahora parece al alcance, también porque el Napoli está en una crisis negra y el Milan, más allá del éxito del Parma, está demasiado lejos para entrar. Si los 3 puntos de la Lazio en el Olímpico ante el Udinese (3-0, dos goles de Immobile y un gol de Luis Alberto) llegaron sin problemas, así que no fue para los de la Roma en Verona, hijos de un partido doloroso, sufrido por momentos, y sin embargo, traído a casa con la actitud que corresponde a uno grande.

el equipo de fonseca se adelantó primero gracias a un gol de Kluivert (17'), pero unos minutos después Hellas empató con Faraoni, rápido de cabeza y superó a Pau López (21'). A partir de ahí fueron los amarillos y azules los que hicieron el partido, creando varias situaciones de peligro pero exponiéndose a las reanudaciones amarillas y rojas, favorecidas por los espacios. Para solucionar el impasse, después de haberse arriesgado a irse por debajo (gol anulado al Verona por fuera de juego por centímetros), Dzeko y Perotti se encargaron de ello, obligando el primero a Gunter a cometer un penalti, el segundo transformando desde el punto de penalti con la habitual frialdad (45').

En la segunda mitad el guión no cambió, así que Hellas jugaba el partido y Roma reiniciaba. Pero el conjunto de Fonseca, gracias al inevitable descenso del equipo de Juric, supo gestionar las cosas de la mejor manera posible, acabando por encontrar el tercer gol con Mkhitaryan en plena recuperación (93') y cerrando así el preciado acierto. “Es una victoria que llegó gracias a un gran espíritu de equipo ante un rival duro que defiende bien y con agresividad – comentó Fonseca. – No hicimos un buen partido pero tuvimos la actitud correcta, el equipo también ha mejorado mucho defensivamente, tener equilibrio es muy importante para nosotros. Una vez que estamos tranquilos, hay más confianza incluso en el ataque".

Un desastre en cambio Nápoles, derrotado en casa por el Bologna y disputado por el público de San Paolo. La derrota ante los de Mihajlovic certifica el fracaso de un equipo que lleva seis jornadas sin ganar en Liga y que arriesga, salvo un vuelco decisivo, no clasificarse para la próxima Champions. El 2-1 de ayer desveló todos los límites psicofísicos de un grupo vaciado, totalmente desprovisto de alma y de ardor, derrotado sobre todo a nivel mental por un rival de carta baja, pero mucho más presente. Se le está poniendo muy difícil a Ancelotti: o vuelve a encontrar al equipo o corre el riesgo de no llegar al final de la temporada.

Y pensar que la velada parecía haber ido bien con los azzurri liderando ya en la primera parte con Llorente, rapaz en abalanzarse sobre el rechace de Skorupski a tiro de Insigne y marcar el gol del 1-0 (41'). En la segunda parte, sin embargo, la balanza se invirtió y el Bolonia, que hasta entonces había estado bajo presión, supo levantarse y hacer suyo el partido. En el minuto 58 Skov Olsen aprovechó un balón vacío y encontró el gol del empate, minando las pocas certezas de un grupo muy frágil, nada refrescado (y esta es la verdadera sorpresa) por la buena actuación en Liverpool. El rossobl se hizo así con el control del partido, acercándose varias veces a la ventaja y encontrándola finalmente con Sansone, mandado a puerta por Dzemaili en el enésimo hoyo de Maksimovic (80').

El Nápoles, más que nada con la fuerza de la desesperación, intentó al menos evitar la derrota y en el 95' creyó haberlo conseguido, pero el 2-2 fue anulado por un evidente fuera de juego de Llorente. Al pitido final de Pascua, el (pequeño) público de San Paolo soltó ensordecedores abucheos, señal de evidente descontento.

“Este Napoli es incapaz de mantener el mismo nivel de atención y aplicación que tuvimos en la Champions League – admitió Ancelotti. – Ahora compararé con los chicos para averiguar qué está mal. En estos casos es el entrenador el que tiene que asumir gran parte de la responsabilidad, tengo que encontrar remedios y soluciones. Si el equipo me ayuda, bien, de lo contrario los encontraré yo mismo".

Domingo festivo en cambio para el Milán, volvió a la victoria tras más de un mes de espera. El último éxito, además el único de la era Pioli, se remonta al 31 de octubre ante el Spal, tras el cual sólo había llegado un punto en tres partidos. Hacía falta un susto y llegó a Parma, aunque con el tiempo casi agotado. Fue Theo Hernández quien regaló el acierto cerca de la recuperación, compensando así las dificultades de un ataque que volvió a ser demasiado blando, además de muy lejos de marcar. Por lo tanto, es comprensible que Maldini y Boban estén haciendo todo lo posible para convencer a Ibrahimovic, pero mientras tanto necesitamos encontrar a Piatek, un verdadero fantasma en comparación con la temporada pasada. Incluso ayer los rossoneri mostraron el progreso de los últimos partidos, yendo a jugar en un Parma que es todo menos fácil de enfrentar.

Sin embargo, la sensación es que la maniobra lucha por despegar: no es casualidad que el Milan tenga uno de los ataques menos prolíficos del campeonato. Fue Hernández quien encontró la pata derecha, aprovechando un rebote favorable, frío como un delantero en capitalizar lo mejor posible y batir a Sepe (88'). “El equipo era consciente de la importancia de este partido, fue un partido pesado – análisis de Pioli. – Era el momento de llevarnos la victoria a casa, éramos inteligentes, lúcidos, buenos tirando a puerta en numerosas ocasiones y consiguiendo los 3 puntos. Ahora pensemos en los próximos partidos, después de los cuales hablaremos con el club y veremos qué hacer".

El mensaje a Maldini, Boban y, sobre todo, Gazidis es bastante claro, con el técnico cruzando los dedos a la espera de Ibra. Porque ir a Europa sin goles de los delanteros es prácticamente imposible.

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